TRATAMIENTO Y BIENESTAR CORPORAL Y EMOCIONAL
Entrenamiento Autógeno - Beneficios
¿QUÉ OCURRE DURANTE EL ENTRENAMIENTO?
El entrenamiento autógeno se puede aprender con un entrenador cualificado. Con la ayuda de un entrenador, se suele enseñar de forma individualizada o, preferiblemente, en pequeños grupos de 6 a 8 personas, durante un periodo de ocho semanas consecutivas.
Cada sesión suele durar entre una hora y media y dos horas y media. En la primera sesión se demuestran y practican las tres posiciones principales de sentado, así como la de tumbado. Luego, en las sesiones siguientes, se enseñan los ejercicios progresivos, durante los cuales se enseña al alumno a concentrarse pasivamente en sensaciones físicas normales, como pesadez, calor y enfriamiento en los ejercicios mentales. Se empieza por concentrar la atención en las extremidades, para desplazarla gradual y suavemente hacia el corazón y la circulación, la respiración y el sistema nervioso a través del plexo solar. También se enseña a los alumnos a realizar ejercicios de descarga, que se pueden utilizar para afrontar problemas emocionales.
Todo el proceso conduce a un profundo estado de relajación. La capacidad para hacerlo y conseguir la «concentración pasiva» a voluntad, rompe el círculo vicioso del estrés y la tensión excesivas, sea cual fuere su origen. La motivación es de gran importancia para realizar los ejercicios con regularidad diaria, ya que sólo así se obtienen los máximos beneficios del curso de entrenamiento.
¿QUÉ TRATA ESTE ENTRENAMIENTO?
El entrenamiento autógeno se puede utilizar como parte de un control, prevención y tratamiento holístico (se trata de cuidar el cuerpo, la mente, las emociones y el espíritu) de numerosas afecciones, entre las que se incluyen las siguientes: sida e infección por VIH, angina, ansiedad, artritis, asma, miedo al avión y a volar, dolor de espalda y de cuello, control de la tensión sanguínea, rubores, cáncer, colesterol y lípidos, problemas circulatorios, colitis, mejora de la concentración, estreñimiento, depresión, dieta, educación, eczema, dolor de cabeza, infección por herpes, hernia de hiato, síndrome de colon irritable, indigestión, diligencia, infertilidad, insomnio, síndrome de fatiga crónica, problemas menstruales, menopausia, migraña, esclerosis múltiple, problemas musculares, obesidad, control del dolor, palpitaciones, síndrome de Parkinson, síndrome premenstrual, embarazo y parto, recuperación de un accidente, enfermedad u operación quirúrgica, ciática, problemas sexuales, enfermedades cutáneas, problemas de sueño, tartamudeo, aftas, problemas tiroideos, tortícolis, tratamiento para la adicción a tranquilizantes, úlceras estomacales y duodenales y también problemas urinarios.
Adicciones
El entrenamiento autógeno también se puede emplear en muchos casos para ayudar a las personas a perder peso, dejar de fumar, deshabituación de tranquilizantes adictivos y pastillas para dormir.
Rendimiento deportivo y Jet Lag
El entrenamiento autógeno también se enseña a deportistas que tratan de mejorar su rendimiento y al personal de las líneas aéreas, para ayudarles a combatir los efectos del jet lag y del insomnio en ambientes extraños.
Trabajo y diligencia
También se está utilizando en algunas industrias para permitir, tanto a la dirección como a la mano de obra, afrontar las exigencias cada vez mayores que les impone la vida moderna.
Educación
También se emplea en la educación, para mejorar la concentración y el rendimiento de los estudiantes.
BENEFICIOS CLÍNICOS Y PARA LA SALUD
- Es un método enérgico y efectivo de relajación mental.
- La premisa básica y esencial de la concentración pasiva elimina la ansiedad y el temor de no estar practicando adecuadamente esta técnica.
. Conduce la fisiología del cuerpo hacia la normalización y la curación.
- Se puede utilizar en cualquier parte y momento y cuanto más se emplea, tanto más efectivo se muestra.
- Se puede utilizar en conjunción con terapias ortodoxas o complementarias, tanto para intensificar sus efectos como para reducir la posibilidad de efectos secundarios.
- Utilizado durante el día, puede ser muy vigorizante. Pero cuando se emplea por la noche, ayuda a quedarse dormido rápida y tranquilamente.
- No tiene connotaciones místicas, aunque pueda conducir a despertar lo religioso.
- El poder, la paz y la tranquilidad se autogeneran y no dependen de ninguna terapia, filosofía o valores externos.
- Permite al individuo tomar conciencia de los sentimientos, las emociones y las pautas de comportamiento negativo que le hayan podido aquejar.
- Los ejercicios prácticos adicionales permiten al individuo afrontar esas pautas negativas, para convertirlas, con seguridad y efectividad, en pautas de comportamiento positivo.
- Permite al individuo afrontar las consecuencias del estrés y de las emociones no resueltas.
- Equilibra las dos mitades del cerebro y permite así que el individuo sea consciente de todo su potencial para la creatividad y los atributos positivos, que se pueden utilizar como herramientas adicionales para la curación.
- El entrenamiento autógeno avanza las afirmaciones y visualizaciones positivas y la meditación autógena permite a la persona dirigir del modo más efectivo sus energías curativas hacia los lugares afectados.
- Permite al individuo ser consciente de su propio e inmenso poder y potencial curativo innato.
- Permite, además, ser conscientes de nuestras alternativas, decisiones y posibilidades.
- Ayuda a la persona a ser consciente de las pautas de comportamiento de impotencia/víctima/perdedor, permitiéndole transformar sus actitudes para capacitarla y, en el caso de graves enfermedades o discapacidades, posibilitarle la mejora de su estado y de su calidad global de vida.
MEDITACIÓN AUTÓGENA
El ejercicio de relajación que se indica a continuación es una versión abreviada y simplificada de una de las meditaciones autógenas. Es muy fácil y cualquiera puede hacerlo para tratar de relajarse y percibir de qué se trata. Es importante darse cuenta de que al hacerlo por primera vez es posible que no se sienta o vea nada, sobre todo si nunca hemos realizado nada similar. La persona puede ser consciente de más pensamientos que le distraen. No debemos preocuparnos por esto, es común. Nos limitaremos a reconocer las distracciones y continuaremos con nuestra meditación:
Meditación de luz curativa
Siéntate en una silla cómoda, sin cruzar las piernas ni los brazos y procurando que los pies estén firmemente apoyados en el suelo. Inspira y espira profundamente algunas veces. Al inspirar trata de hacerlo envuelto en paz, luz y amor, y al espirar deja salir tanta tensión, estrés o dolor como te sea posible. También puedes realizar esta meditación mientras estás tumbado, aunque es posible que te duermas, sobre todo si estás cansado.
Al inspirar y espirar imagina que se forman unas grandes raíces en tus pies y en la base de la columna (cóccix), se van introduciendo más profundamente en el suelo hasta que encuentran una fuente de energía. Imagina entonces que la energía de la tierra asciende por tus raíces, penetran en tus piernas e inundan gradualmente todo tu cuerpo, hasta lo alto de la cabeza. A medida que asciende la energía, imagina que se producen los siguientes cambios de luz y color, comprobando que el color o la luz aparezcan a través de toda la parte indicada de tu cuerpo.
- La luz asciende roja por tus piernas y hasta la parte baja del abdomen (región de la vejiga).
- Luego se vuelve anaranjada en la región del vientre y las nalgas.
- Imagínatela de color amarillo dorado en lo alto del vientre (región del plexo solar).
- Se vuelve verde en pecho y brazos.
- A continuación se vuelve azulada en la región de la garganta.
- Se vuelve púrpura en la frente.
- Finalmente, se torna blanca en lo alto de la cabeza (la zona de la coronilla).
Ahora, imagina una enorme fuente de luz plateada/blanca situada por encima de ti, que conecta con la luz blanca de lo alto de tu cabeza. Introduce dentro de ti esta luz creativa blanca, de alta energía, desde lo alto de tu cabeza, hasta que vaya sustituyendo las otras luces y colores hasta tus pies y penetrando en tus raíces. Así se completa el ciclo de la energía. Desde la tierra al cielo, y del cielo a la tierra.
Al introducir la luz blanca en ti, concentra más cantidad de la misma en aquellas partes de tu ser que se encuentren en un estado de angustia, dolor, incomodidad o enfermedad. Puedes dedicar todo el tiempo que quieras a realizar este ejercicio. No obstante, deberías practicarlo al menos durante 5 minutos dos veces al día; cuanto más, mejor. A medida que seas más eficiente, puedes prolongar la duración.
Una vez que hayas dominado esta técnica, también puedes incorporar afirmaciones positivas en ella en el momento en que te sientas más relajado. Puedes preparar tus afirmaciones, de manera que se adapten a tus necesidades. Un ejemplo sería: “me siento más sereno y seguro de mí mismo”, o “me siento sereno, seguro y sin dolor”. Han de ser afirmaciones breves, escuetas y positivas.
Sigue con esta práctica y mejorará tu calidad de vida y la de quienes te rodean, pronto podrás alcanzar lo que deseas.
ADVERTENCIA
Al tratarse de una técnica tan enérgica, el entrenamiento autógeno no es adecuado para todos. Las personas que sufren de epilepsia, de diabetes (insulino dependientes), de alcoholismo activo, drogadicción y cualquier enfermedad psicótica, como esquizofrenia, no deberían iniciar el tratamiento autógeno a menos que lo hagan bajo la supervisión de un profesional cualificado y especializado en este tipo de enfermedades.