DESPERTAR CON PELÍCULAS - "X-Men: Días del Futuro Pasado"
David Hoffmeister

 

Libera Tu Ser - Artículos Un Curso de Milagros - Despertar con Películas: "X-MEN: DIAS DEL FUTURO PASADO


Del Libro de David Hoffmeister "El perdón cuántico: Física, te presento a Jesús".

 

Temas clave

●  Curar odios ancestrales
●  Soltar el control

Sinopsis de la película

Los X-Men son mutantes, una subespecie de humanos nacidos con capacidades sobrehumanas, que luchan por la paz y la igualdad entre los humanos corrientes y los mutantes, en un mundo donde la intolerancia contra los mutantes es encarnizada y está muy extendida. Los dirige el profesor Charles Xavier, un poderoso telépata mutante que puede leer y controlar las mentes. El archienemigo de Charles es Erik Lehnsherr (Magneto), un poderoso mutante que tiene la capacidad de generar y controlar campos magnéticos. Charles y Erik tienen posturas contrapuestas sobre las relaciones entre mutantes y humanos. Mientras que Charles busca la paz y el entendimiento entre ellos, Erik ve a los humanos como una amenaza, y cree en un enfoque agresivo en contra de esa amenaza, aunque de vez en cuando ha trabajado junto a los X-Men.

En el año 1973, se pone en marcha el programa de los Centinelas, robots creados con el objetivo de matar mutantes. El programa Centinela fue concebido originalmente por el Dr. Bolivar Trask, que era uno de los principales diseñadores de armas a principios de los años setenta. Había empezado experimentando de manera encubierta con mutantes, utilizando sus dones para alimentar sus investigaciones. Una mutante descubrió lo que estaba haciendo. Esta mutante tenía la capacidad de transformarse en cualquier persona. Se llamaba Raven (Mística). Le siguió el rastro a Trask por todo el mundo, y lo encontró y lo mató en las conversaciones de paz de París de 1973. Matar a Trask, sin embargo, no tuvo el resultado que ella esperaba: solo sirvió para convencer al gobierno de los Estados Unidos de que el programa de Trask era necesario. Capturaron a Mística, la torturaron y experimentaron con ella. Descubrieron en su ADN los secretos de su capacidad de transformarse, lo cual les dio las claves que necesitaban para crear Centinelas que pudiesen adaptarse a cualquier poder de los mutantes. Durante los cincuenta años siguientes, los Centinelas mataron a multitud de mutantes y también a los humanos que intentaron protegerlos. Pero todo empezó aquel día de 1973 en que Mística mató a Trask. Ese fue también el día en que empezó a ser conocida como Mística.

Envían al año 1973 a Logan (Lobezno), uno de los X-Men. Su misión concreta es establecer la armonía entre Charles y Erik, que en esa época son archienemigos. La cooperación entre ellos es crucial para impedir que la mutante Raven (Mística) mate al Dr. Trask, lo cual va a tener un efecto dominó que resultará en décadas de guerra.

Aparentemente, la misión de Logan, Charles y Erik es salvar el mundo. Sin embargo su misión real es el trabajo interior más profundo de soltar el control y llegar a la experiencia del Perdón Verdadero.

Introducción

Esta película ilustra un viaje espiritual que implica retroceder en el tiempo. El Propósito del viaje es encontrar el rencor esencial y permitir que se cure. Cuando el rencor se cura con Perdón, todas las situaciones futuras de conflicto y destrucción se curan también. No es que se las haya impedido en el tiempo, sino que llegamos a darnos cuenta de que no existió ninguna época en la que pudieran existir. En el Sueño Feliz todo se resuelve. Se vuelve armonioso y luego desaparece.

Lobezno es el agente suficientemente fuerte para retroceder en el tiempo y poner en marcha la misión del perdón. También podemos pensar en nosotros mismos de esta manera. Podemos pensar que nuestro yo del futuro, nuestro Ser superior, lo está orquestando todo para el despertar. Solo que nosotros lo percibimos en el tiempo, donde percibimos que estamos. Viene mucho amor y mucha compasión del Ser superior, del yo del futuro.

Los mutantes arrancan desde un punto de partida estupendo: acabar esta guerra antes incluso de que empiece. Podemos adaptar esas palabras para que digan: acabar con este mundo antes incluso de que empiece. Jesús despertó y dijo: “Antes de que Abraham naciese, era yo” T-3.III.6. De esto es de lo que trata Un curso de milagros: de acabar con este mundo antes incluso de que empiece. Volver al Yo Soy de antes de que el mundo fuese.

Hemos sido engañados para que creamos que el momento presente se encuentra entre el pasado y el futuro. Cuando teníamos clases de historia, el profesor dibujaba una línea con un punto en el medio que era ahora, entre el pasado y el futuro. Pero ¿y si el pasado y el futuro son lo mismo? ¿Y si el ahora no está encajado entre ellos? ¿Y si nos han engañado sobre el momento presente? ¿Y si el momento presente es antes de que hubiera tiempo?

Leímos El poder del ahora y luchamos por estar en el ahora, pero a lo mejor el ahora no está donde creíamos. A lo mejor está en un sitio completamente distinto. ¡Esto es profundo! ¿Y si podemos acabar la guerra viendo que nunca empezó? ¿Y si podemos acabar con el mundo y el cosmos viendo que nunca existieron? ¿Y si pudiéramos reconocer que en realidad somos una creación eterna que nunca ha estado limitada por el tiempo, ni el espacio ni las formas? Hemos tenido amnesia. Nos hemos olvidado del Yo Soy, que es todo lo que hay y todo lo que habrá. Nos hemos visto atrapados en un mundo en el que hay un poder que nos controla.

Esta película está diciendo que tenemos que profundizar tanto que transcendamos el tiempo y el espacio; tenemos que Perdonar la creencia en que puedan siquiera existir. Este Perdón incluso hace imposible la idea de un resentimiento esencial. La inocencia permanece como la única Realidad y vemos que nunca hubo posibilidad de control.

Comentarios de la película por David

Escena: Mística, que aparece con la forma de un coronel, congela violentamente a una docena de mutantes que eran prisioneros del ejército. Los pone en un avión de escape pero no se une a ellos porque dice: “mi guerra no ha terminado, el enemigo aún está ahí fuera”.

Esta frase: “mi guerra no ha terminado, el enemigo aún está ahí fuera” es significativa. Mientras tomemos partido, mientras creamos que en el mundo de la forma hay un conflicto entre los mutantes y los humanos, o de este país contra ese país, o de esta cultura contra esa cultura o de esta persona contra esa persona, no vamos a saber dónde está la guerra. No hay guerras en este mundo. La única guerra es una guerra contra nuestro Ser, debida a nuestra creencia en el ego. Utilizamos los símbolos de este mundo para demostrar que no somos nuestro Ser Cristo, y estamos decididos a tener éxito.

La Lección 139 del Libro de ejercicios dice: “Tú eres tú mismo. De esto no hay duda. Sin embargo, lo dudas”. Todo el cosmos espacio-temporal lineal se basa en dudar de uno mismo, en no saber quiénes somos. Se basa en intentar inventarse otro yo, distinto del que Dios creó, y en intentar asegurarnos que conseguimos ser pequeños e insignificantes. De hecho, la mente que duerme intentando soñar un mundo separado del Cielo, tiene tanto interés en tener razón que parece que no paramos de cambiar de un sueño a otro. A eso le llamamos encarnaciones.

Cada encarnación es un intento de demostrar que tenemos razón sobre nuestras pequeñas identidades. Cada segundo de cada día es un no, no, no a Dios. Eso es todo lo que son todos los tic-tac, tic-tac, tic-tac de todos los relojes: no, no, no. No estoy íntegro, no estoy completo, no soy Cristo, no soy perfecto. No, no, no. Y el sí sería aceptar la Verdad: soy tal como Tú me creaste, no puedo tener razón sobre mi identidad en este mundo porque no existe, no tiene ninguna realidad y nunca va a tenerla.

Vamos a seguir experimentando conflictos mientras veamos a gente que está fuera de nosotros. Le echamos la culpa al otro, pero el asesino no está en el campo de batalla de la forma. El asesino es la creencia en el ego, que patrocina la creencia en la separación, toda la pseudo-identidad espacio-temporal, todo el sueño. Cuando creemos que el ego es verdadero, creemos que Dios no existe. No podemos agarrarnos a los dos a la vez, no puede haber amor eterno y ego a la vez.

Si creemos en el ego, creemos en un deseo de muerte. Es un autoengaño de una magnitud que ni siquiera podemos imaginar. Olvidar que somos el Cristo y creer que somos un ser humano es un error de un tamaño inmenso. No es real, pero, mientras creamos que lo es, vamos a permanecer en un sueño autoinducido y experimentar un drama autoinfligido. Esta película expone la necesidad de encontrar al asesino interno, al controlador interno, al mal-creador interno. Hace falta que busquemos las respuestas dentro, tenemos que ir adentro y descubrir el poder real que Dios nos dio.

Hay que dejar al descubierto a ese asesino interno, esa falsa identidad. De forma que cada vez que nos enfadamos con un hermano o una hermana en este mundo, el Espíritu nos pide que volvamos a mirar, y nos recuerda que nunca odiamos a nuestro hermano por sus pecados sino solo por los nuestros propios. Siempre se reduce a ese error de identificación. Toda la ira, el odio y la rabia brotan de nuestra elección de ser pequeños.

Escena: Se ha enviado a la consciencia de Lobezno de vuelta a 1973, a una versión más joven de sí mismo. Cuando llega a la mansión X a hablar con Xavier, Hank McCoy, un mutante que vive con Xavier, no quiere dejarlo entrar. Lobezno le da un puñetazo a Hank y le dice: “tú y yo vamos a ser buenos amigos en el futuro, solo que tú aún no lo sabes”. Cuando Xavier aparece le dice a Lobezno que se vaya. Lobezno explica que lo envía el Xavier del futuro; y, para convencerlo de que dice la verdad, le cuenta detalles íntimos de su vida que Xavier nunca ha contado a nadie. Lobezno dice que necesita la ayuda de Xavier para encontrar a Raven, y que también van a necesitar la ayuda de Erik (Magneto). Xavier se niega al principio, pero finalmente está de acuerdo con tal de poder ayudar a Raven. Xavier aún cree que Erik es un malvado incapaz de cambiar. Lobezno le dice que Xavier y Erik juntos son quienes lo han enviado de vuelta al pasado. Erik (Magneto) está prisionero en el sótano del Pentágono y buscan al mutante Peter Maximoff para que los ayude a liberarlo.

Ser enviado de vuelta en el tiempo para facilitar la curación de la relación entre dos archienemigos es abrumador. En el caso de Lobezno, parece una tarea casi imposible, por el gran odio que existe entre Xavier y Magneto, pero él está muy centrado en su Propósito. Se da cuenta de que hay un plan superior y de que él está ahí para dar lo mejor de sí mismo.

Xavier y Magneto han sido convocados para salvar al mundo en una misión conjunta de perdón. Puede haber tanta ira y tanta animosidad entre los archienemigos que parezca imposible encontrar el perdón. Sin embargo, nuestros enemigos son de hecho nuestros salvadores, están ahí para ayudarnos a sanar nuestra percepción del mundo. Para ver un mundo unificado necesitamos ver unificado a nuestro Ser. No importa lo personal que parezca todo, ni cuánto odio y animosidad parezca haber: ése es el plan superior.

Aunque al principio no lo experimentemos, en un nivel profundo sabemos que nuestros enemigos son lo mismo que nosotros. Son, de hecho, nuestros queridos amigos. En el futuro nos vamos a reír juntos de las situaciones pasadas, maravillados de la alegría de estar juntos y sentir un amor y una conexión tan profundos.

En eso está ahora la raza humana. En realidad somos un único Ser, pero actuamos como si no lo fuéramos. Actuamos como si cada uno fuese distinto y separado, haciendo todo tipo de juicios. Todo es un juego de fingir. El Cristo en la mente está diciendo: puedes despertar. Puedes parar esta pantomima en el instante que quieras. No es una cuestión de tiempo, solo tienes que querer pararla.

Este deseo de despertar es lo que nos lleva a mirar en la mente y preguntarnos: ¿hay ahora mismo alguien en mi vida a quien no quiero ver o con quien no quiero hablar? ¡Esa gente que estamos evitando está ahí precisamente para que despertemos!

Nuestro Ser superior nos envía a descubrir el amor en nuestras condiciones actuales. Hay mucho amor por debajo de todo el odio. “El más santo de todos los lugares de la tierra es aquel donde un viejo odio se ha convertido en un amor presente” T-26.IX.6.

Esta película trata de percibir la destrucción y el conflicto, y darse cuenta de que, para encontrar la solución, hay que ir mucho más profundo. No va a ser una solución de “los buenos derrotan a los malos”. Va a ser ir hacia dentro de la consciencia, más allá de la proyección espacio-temporal, hacia donde quiera que haya una ruptura, o un resentimiento, en la mente. Jesús nos dice: “contemplarás aquello que sientas en tu interior” (E-189.5). Si es odio, veremos un mundo de odio, y si es amor, veremos un mundo de amor. Tenemos que ir al núcleo.
Jesús también nos dice que “es crucial que observes tu odio y te des cuenta de su magnitud” (T-13.III.1). No hace falta asustarse cuando empieza a salir nuestro odio, cuando nos agitamos y temblamos, cuando parece que el que alguien conociera nuestros horribles sentimientos nos aplastaría. Tenemos que permitir que salgan nuestros sentimientos, para poder movernos más allá de ellos. Encontraremos compañeros poderosos a nuestro alrededor, y llevamos dentro la fuerza de Dios y del Espíritu Santo. Es inevitable que transcendamos el odio. Por eso no podemos retroceder.

Eso es lo que los mutantes, incluso Lobezno, tienen que aprender ya. Cuando volvió a una situación de antagonismo desde un futuro lamentable, oímos la canción de Roberta Flack “The First Time Ever I Saw Your Face” [La primera vez que vi tu cara]. Era un recordatorio para que Lobezno volviese a la Inocencia y la Verdad, a la visión de Cristo que está más allá de las apariencias.

Esta película es una gran reforma de la mente. En lugar de intentar buscar soluciones en la superficie de la consciencia, en la forma, nos damos cuenta de que: voy a tener que ir mucho más profundo. Para encontrar la solución, voy a tener que ir, de hecho, hasta antes de que el tiempo existiera.

Escena: Lobezno, Xavier, Hank McCoy y Peter Maximoff van a Washington, DC, donde Magneto está un una prisión de máxima seguridad en las profundidades del Pentágono. Peter Maximoff utiliza sus poderes de mutante de una manera en la que parece reorganizar el tiempo y el espacio para facilitarle a Magneto una magistral fuga de la cárcel.

Jesús dice en Un curso de milagros que, si te permites a ti mismo obrar milagros, él hará los arreglos necesarios para que el tiempo y el espacio se ajusten al milagro. Uno podría preguntarse qué aspecto tienen los arreglos necesarios para que el tiempo y el espacio se ajusten. Hollywood nos ofrece un ejemplo en la pantalla cuando Peter Maximoff se convierte en un obrador de milagros y resuelve la situación desviando las balas de sus blancos.

Escena: Lobezno, Xavier, Magneto y Hank McCoy suben a un avión privado que viaja a París en un intento de evitar que Mística mate a Trask. Al poco de subir al avión, Xavier y Magneto empiezan a permitir que sus sentimientos de odio mutuo y de abandono del uno por el otro salgan a la superficie. Al hacerlo parece que la integridad estructural del avión se ve amenazada y todo se vuelve inestable.

Un profundo odio subyacente y sentimientos de abandono salen a relucir entre Xavier y Magneto. Aunque son amigos en el futuro, ahora son archienemigos que se desprecian entre sí. Ambos han tenido relaciones con la misma mujer, Mística, y ambos están percibiendo mal. Un conflicto es una percepción equivocada de quienes somos, proyectada sobre personajes del mundo. Parece como si estuviéramos batallando unos contra otros, cuando en realidad la mente está en una guerra consigo misma en la que cree en el ego, cree en el tiempo y en el espacio, y proyecta el conflicto sobre las relaciones interpersonales.

De hecho, nunca jamás hemos tenido ningún conflicto interpersonal con nadie. La creencia en que sí, es un truco enorme para mantenernos dormidos y soñando, proyectando nuestro odio contra nosotros mismos por haber fabricado un yo separado de Dios e intentar existir separados del Cielo. Eso es mucho odio. Lo proyectamos sobre ciertos personajes y creemos que tenemos enemigos. Esos enemigos pueden tomar la forma de autoridades, miembros de la familia o cualquiera de quien tengamos quejas. Pero solo son reflejos del odio dentro de la mente, que se proyecta fuera, como vemos en esta escena. Ahora que están en el mismo sitio, Xavier y Magneto están dejando que parte de su rabia salga a la superficie. Antes Xavier había dicho: “odio la violencia”, pero cuando se abre la puerta del ascensor le pega un puñetazo, como si no se diera cuenta en absoluto de esa rabia.

Escena: Xavier y Magneto se tranquilizan después de haberse dicho el uno al otro todo lo que tenían que decir. Se restablece la estabilidad del avión y Magneto invita a Xavier a jugar una partida de ajedrez. Empiezan a comunicarse sinceramente sobre cómo han ido sus vidas en los últimos diez años. Parece que están de acuerdo en que tienen que parar a Mística antes de que mate a Trask. Magneto se disculpa con Xavier por todo lo que ha ocurrido entre ellos.

El odio proyectado entre los dos está empezando a suavizarse, porque ambos están sintiendo que se estaban percibiendo mal el uno al otro y que está ocurriendo algo más grande y más importante. Esto apunta al panorama general. Nuestro propósito es aún más profundo que cambiar la historia: nuestro propósito es volver a un punto anterior a la historia. Para despertar del sueño tenemos que volver al estado Yo Soy, que es anterior al tiempo. Pero en esta fase inicial, Xavier y Magneto se han abierto a dejar de proyectar su odio el uno sobre el otro.

Mística lucha a favor de los mutantes para intentar protegerlos. Intenta matar a Trask porque cree que eso va a ser útil para los mutantes. Lo que subyace a todas las guerras es la proyección del auto-odio, aunque parezcan ser otra cosa: proteger a un país, expulsar a un dictador, defenderse de Hitler, de Mussolini, de Osama bin Laden o de lo que sea. Una vez le preguntaron a Gandhi si existía el diablo y él respondió que, si el diablo existe, corre por nuestros propios corazones. No hay ningún diablo externo.

Tenemos que ver que el asesino —el ego— está dentro, y que está proyectando fuera todo el cosmos. Mientras sigamos mordiendo el cebo y mantengamos al ego oculto de la consciencia, creeremos que nuestros “enemigos” son exteriores. Y creeremos que hay que abatir a ciertos enemigos. Eso es lo que cree Mística. Ella es la representación de la creencia en que existe un enemigo externo que hay que destruir.

Ahora Xavier y Magneto están empezando a dejar a un lado su antiguo odio. Se están dando cuenta de que, para poner fin a la guerra futura, tienen que colaborar y unirse en un nivel mucho más profundo. Están empezando a comprender todo el contexto de la guerra proyectada. Ven que el único camino hacia adelante es perdonar desde el corazón, soltar el control y soltar la idea de que existe un enemigo externo.

Esta película nos muestra con toda claridad cuál es nuestra tarea: perdonarnos a nosotros mismos por haber creído que podíamos separarnos de Dios y fabricar un mundo completamente irreal, un mundo sin el menor parecido con el Cielo. Tenemos que perdonar toda esa creencia, y eso significa volver al “estado de Yo Soy” anterior a la existencia del tiempo. Esa es la única manera de sanarla.

Conocemos la historia de Jesús y el apóstol Judas. Cuando la ira surgió en Judas, Jesús no la percibió como algo real: no era posible traicionarlo porque él no creía en la traición. Tal como él lo dice en el Curso: “El mensaje de la crucifixión es inequívoco: enseña solamente amor, pues eso es lo que eres” T-6.I.13. No hubo ninguna traición, ninguna víctima, ni siquiera ningún dolor. Desde su percepción, que ya estaba sanada, él podía ver la situación como un todo y estar en ese estado Yo Soy anterior al tiempo del que estamos hablando, un estado de puro Amor divino e inocencia.

Vemos representar el tema de la traición en muchas películas, incluida Hermano sol, hermana luna, que trata de la comunidad franciscana. Paulo vivía en Asís y estaba siempre en contra de San Francisco y su grupo hasta que, en un momento dramático, le dice a los guardias del Papa: “estoy con ellos”. La escena transmite de una bella manera su darse cuenta de que era uno con sus hermanos. No hay ninguna traición, nadie se vuelve malo. Solo son oportunidades de perdonar al asesino interior, al deseo de muerte interior. La trampa es intentar descubrir quiénes son los buenos y quiénes son los malos para tomar partido.

Escena: Lobezno, Xavier, Magneto y Hank McCoy encuentran a Mística cuando está a punto de atacar al Dr. Trask durante los acuerdos de paz de París. Como esto resulta en una lucha, se desencadena un recuerdo traumático de Lobezno, que lo deja completamente inútil para la misión por el momento. Magneto, que había estado colaborando, de repente hace su propio plan, convencido de que la única manera de parar a Mística es matarla. Hank da un manotazo a la pistola en la mano de Magneto, pero la pistola se dispara y Magneto, que tiene el poder de controlar el metal, dirige la bala hacia Mística, que ha saltado por una ventana. La bala le da en una pierna. Magneto persigue a Mística con la intención de matarla. En la calle, donde se ha reunido una muchedumbre por los acuerdos de paz, se desata el caos. Abajo, entre la multitud, Hank intenta impedir que Magneto mate a Mística.

Aquí vemos a Lobezno deslizarse en recuerdos de malos tratos y torturas sufridos. Estos recuerdos pueden justificar la rabia. Cuando surge la cólera, podemos perder la consciencia del perdón. Aunque hayamos tenido muchos años de intensa práctica espiritual, pueden salir por la ventana cuando estamos rabiosos. Tenemos a alguien enfrente y decimos: “¡cómo te atreves! ¡Cómo te atreves!”. Podemos olvidarnos de nuestra práctica, no importa los años de entrenamiento mental que hayamos tenido con Jesús, Buda, Krishna, o Ramana Maharshi.

Esto es lo que le está pasando a Lobezno: está perdiendo de vista el contexto de su misión aunque fue enviado para aportar el contexto del perdón. Su misión era retroceder en el tiempo para corregir el error original.

Mientras Lobezno está fuera de su Propósito, Magneto empieza a seguir su propio plan con un montón de orgullo y arrogancia: también él ha perdido de vista su Propósito. Mientras estemos unidos en Propósito, en la integridad, el plan va a fluir. Pero si descartamos el plan, si intentamos hacerlo a nuestra manera, las cosas salen mal. Hay ejemplos de esto a todo lo largo de la Historia. Alguien dice: tengo un plan mejor. Tengo una manera mejor. No necesito que el grupo me diga qué hacer, e intenta imponerlo a todo el grupo por decreto. Ir por nuestro propio camino, en lugar de seguir el plan del Espíritu, permite al ego volver a infiltrarse y sabotearlo todo.

No es que estallen guerras externas ni que ocurran crisis económicas. Todo eso son solo percepciones, nada más que interpretaciones para sacarnos de la consciencia de que tenemos la misión de sanar, de ser el salvador del mundo. Nuestra mente tiene el poder de sanar y salvar al mundo si sencillamente ve lo falso como falso. Para salvar al mundo solo hace falta un maestro de Dios, y nosotros somos ése. No nosotros personalmente, sino la mente, que es muy poderosa.

Escena: Xavier intenta calmar a Lobezno. Cuando Lobezno sale de su escena retrospectiva, al principio no tiene ni idea de dónde está ni de con quién está. De repente se restablece su mente y vuelve al propósito de su misión.

He oído a la gente decir que tenemos que difundir Un curso de milagros, que tenemos que hacerlo llegar a las manos del Papa. No, donde tenemos que hacerlo llegar es a nuestro corazón. Lo que tenemos que ir a buscar adentro es nuestro propio odio, nuestros propios pensamientos de ataque. Y cuando los soltamos, el mundo entero, toda la percepción distorsionada, se suelta también. ¿Cuántos maestros de Dios se necesitan para salvar al mundo? Uno solo. Solo uno que esté dispuesto a ver un mundo nuevo con el Espíritu Santo.

La gente pregunta: “Pero si Jesús ya lo hizo, ¿por qué estamos todavía aquí?”. Nosotros no estamos todavía aquí. Se ha terminado. La salvación se ha consumado. Solo hace falta que aceptemos la verdad feliz y gozosa de que se ha terminado y no tenemos que pelear por la salvación. ¡Ya está hecho! La percepción distorsionada se ha neutralizado. De hecho, está tan neutralizada que nunca existió. Nunca se ha tocado al estado de Yo Soy, nunca se le ha engañado, nunca se le ha hecho daño. Todavía es prístino, como siempre fue y siempre será.

Escena: Xavier quiere tomar otra dosis de la droga que le permite utilizar las piernas. Sin embargo la droga obstaculiza su poder de unirse mentalmente a los demás. Lobezno le pide que no tome la droga porque sus poderes son críticos para localizar a Mística.

De manera que esta es la decisión que tenemos que tomar. ¿Vamos a hacerlo por el todo? ¿Vamos a reconquistar el poder de la mente, el poder de perdonar? ¿Vamos a por el gran despertar, o vamos a seguir eligiendo la mejora personal, las comodidades personales y los logros personales? ¿Vamos a seguir aferrándonos a la máscara, haciendo una máscara mejor, esforzándonos por ser mejores personas? La automejora no resuelve nada. El Ser que Dios creó no necesita que lo mejoren: ya es perfecto. Es inútil centrarse en cualquier forma de automejora.

Con cada decisión que tomamos optamos entre elegir a favor del todo o retener un yo personal. Tenemos que elegir por el todo. En esta escena, Xavier está saliendo de su depresión. Estaba intentando mantener el uso de las piernas para retener su identidad personal, pero en lugar de eso decide elegir a favor del todo. Ahora está en su silla de ruedas buscando la manera de reconquistar su poder de buscar y ubicar mentes. Su don es la capacidad de transcender el pensamiento privado.

Escena: Mística está en el aeropuerto camino de Washington, DC para matar a Trask. Xavier ha reconquistado sus poderes. Lobezno y Hank están a su lado, mientras él se enchufa a un aparato que le permite hablarle a Mística por medio de los cuerpos y voces de diferentes personas que están en el aeropuerto. Intenta recordarle su bondad. Le dice que la chica con la que él creció era buena, equitativa y compasiva y que nunca mataría. Le dice que tiene que venir a casa.

Esta escena en la que Xavier se acerca a Mística es preciosa. A veces la gente que está en este sendero me dice: “Ojalá pudiera oír al Espíritu Santo. Ojalá tuviera una conexión directa con el Espíritu Santo”, como si necesitasen tener una conexión personal con el Ser superior.

No necesariamente vamos a oír la Voz del Espíritu Santo dentro de nuestras cabezas. Esta escena nos recuerda que el Espíritu Santo puede venir por medio de nuestras hermanas y hermanos trayéndonos guía y dirección, ¡podemos confiar en ello! El Espíritu Santo está en todas partes y puede llegar a nosotros de muchas maneras. En esta escena, Xavier está llegando a Mística de una manera asombrosa en su intento de ayudarla a cambiar de ideas sobre perseguir enemigos externos.

Escena: Cuando Xavier aparece ante ella en el aeropuerto, le implora que no mate a Trask. Le dice que matar a Trask la pondría en un camino sin regreso y pondría en marcha un ciclo inacabable de muerte hasta que no quede nada. Le dice que juntos pueden parar ese ciclo. Mística no le hace caso, dice que él no ha cambiado en absoluto y que ella sabe lo que tiene que hacer.

La película nos lleva a una lección más profunda. Lobezno y Hank dicen: “párala, párala” y Xavier quiere hacerlo, pero cree que no puede. Dice: “estoy demasiado débil”. Xavier ha dado un paso en la dirección correcta aceptando sus poderes, y sin embargo su mente aún alberga el deseo de controlar a Mística. Cada vez que creemos que podemos cambiar a una persona, cambiar el mundo, o incluso hacer del mundo un sitio mejor, seguimos sin comprender. Seguimos jugando a controlar, seguimos jugando a ser Dios —la versión pequeña de Dios— que controla las imágenes en la creencia de que podemos controlar o parar a la gente.

Esto no es nada distinto a mandar matones a parar a alguien. No es nada distinto de intentar parar un reactor nuclear o un programa militar. Es el uso de la fuerza y del control. Ahí es a donde va Magneto: quiere controlar a los Centinelas, esa es su versión de lo que sería la seguridad de los mutantes. Sigue yendo por el camino de las armas. Y Mística sigue pensando: yo sé lo que tengo que hacer. Sigue queriendo matar a Trask.

Se está destapando un gran deseo de control. Mística aún planea matar a Trask, Lobezno y Hank intentan conseguir que Xavier pare a Mística, Xavier quiere parar a Mística y Magneto quiere controlar a los Centinelas. Lo que hay que deshacer es el deseo de control: esa es la misión principal del grupo. Para eso es para lo que se unieron: para soltar y perdonar la necesidad de control de la mente. El antiguo patrón de controlar, de creer que podemos cambiar a alguien o al mundo, va a encontrar su final en esta película.

Escena: El presidente de los Estados Unidos está en Washington, en una ceremonia de presentación de los Centinelas que Trask ha creado para el gobierno. Xavier, Lobezno y Hank están entre la muchedumbre. Xavier escudriña la muchedumbre buscando la mente de Mística. Cuando la encuentra haciéndose pasar por un agente del servicio secreto, la controla inmovilizando su cuerpo para que no pueda dispararle a Trask. Mientras, Magneto ha levantado en vilo un estadio deportivo completo y lo está llevando hacia el lugar de la ceremonia. Magneto también está controlando a los Centinelas, que empiezan a disparar a la muchedumbre. En el caos resultante, Xavier pierde el control mental de Mística, que sigue persiguiendo a Trask. Magneto deja caer el estadio sobre el lugar de la ceremonia, lo que lanza escombros y metal volando por todas partes.

Xavier está representando, una vez más, el mecanismo de control. Esto se ha representado a lo largo del tiempo: ataque, defensa, ataque, defensa. Un ataque fuerte pide una defensa aún más fuerte. Todo forma parte del mismo sistema. Pero ¿cuál es la mejor defensa? ¡La ausencia de defensas! Este es el significado de “En mi indefensión radica mi seguridad” E-153. En eso consiste la mansedumbre. Recuerda que hace dos mil años Jesús dijo: “los mansos heredarán la tierra” T-2.II.7. Quiere decir que los mansos, literalmente, vencerán a la historia y al tiempo lineal con su fortaleza y con su estado de Yo Soy.

De manera que podemos imaginar adónde va esta película. No va a ser la típica película en la que ganan los buenos y pierden los malos. El poder transcendente va a venir por medio de la renuncia voluntaria al control, al ataque y a las defensas y la elección de la mansedumbre.

En este momento Magneto tiene la cabeza perdida. Ha estado peleando para proteger a los mutantes pero ahora los está atacando. Es muy fácil equivocarse con los asuntos de poder y de control. No hay ninguna lealtad verdadera, ninguna consistencia, ninguna integridad, no hay nada. El ego es un soplo loco de una idea que es un deseo de muerte. ¿Qué se puede esperar de un deseo de muerte?

Hay libros de maestros espirituales que nos dicen que amemos al ego. ¿Cómo lo vamos a amar? ¡Es un deseo de muerte! Tenemos que eliminarlo. Tenemos que apartar la mente de él: no podemos amarlo. Literalmente, tenemos que perdonarlo, ver más allá de él y no darle ninguna realidad, no tener ninguna fe en él. Solo se cura por medio de la indefensión.

Escena: Xavier está atrapado bajo los escombros del estadio. Magneto ha perforado a Lobezno con trozos de metal y lo ha tirado al río cercano, en el que se está ahogando. Mística, que está disfrazada de presidente, le dispara a Magneto, le da en el cuello y cae al suelo. Cuando Magneto queda fuera de combate los Centinelas se paran.

Cuando Mística apunta con su pistola a Trask, que está entre los personajes del gobierno, Xavier proyecta su imagen delante de Trask y le ruega: “Mística, no nos conviertas hoy en el enemigo. Has salvado las vidas de estos hombres. Puedes enseñarles un camino mejor. Desde el día en que nos conocimos he estado intentando controlarte y mira a dónde hemos llegado. Ahora está en tus manos todo lo que va a pasar. Tengo fe en ti, Mística”. Su imagen desaparece y deja a Mística frente a frente con Trask. Las palabras de Xavier la han tocado profundamente, se para y deja caer la pistola. En el momento en que toma esa decisión todos los ataques del futuro desaparecen.

Una vez que se ve ̶ y se suelta ̶ el deseo de controlar, esa nueva decisión produce una reacción en cadena. Mística deja caer su arma de manera voluntaria. El mundo está salvado. Misión cumplida. El asesino interior está descubierto y detenido.

Esta escena muestra de una manera muy bella que cuando soltamos el ataque soltamos al ego, y todos sus efectos desaparecen. El futuro de destrucción de los mutantes desaparece. Todo ello desaparece con la decisión de perdonar. Tenemos que perdonar todas las creencias en la culpabilidad y el ataque, y llegar a un estado mental de quietud, de completitud y de inocencia. Al hacerlo, el mundo que percibimos cambia. No volveremos a percibir abusos, ni conflictos, ni guerras, ni abandono. Todos los efectos falsos del ego se esfuman al ver que el ego es imposible.

Todo el objetivo de la misión era impedir el ataque, pero al final Xavier se da cuenta de que no podía controlar el resultado. Le dice a Mística: “tengo fe en ti”. Y eso es lo que Jesús nos dice: “tengo fe en ti. Tomarás la misma decisión que yo tomé: recordar el Cielo y regresar a Dios”. El tiempo y todos los efectos del tiempo desaparecerán cuando tomemos esa decisión. Esto es una excelente ilustración de la lección principal de la vida, que es perdonar. ¡Acaba con el futuro!

Esto es el Perdón Cuántico. Puede deshacer toda la historia. Puede deshacer a Adán y Eva. Puede deshacer a Hitler. Puede deshacer cualquier parte de nuestra aparente historia personal en la que nos sentimos maltratados. ¡Puede deshacer cualquier cosa! ¡Qué gran aventura!

 

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