UNA PARÁBOLA DEL PERDÓN

Escrito por David Hoffmeister y traducido al castellano por Juan Illan Gómez.

 

Hubo un buscador que fue ante Dios y dijo: "Me has dicho que mi formación está casi completa. Me has dicho que estoy casi listo para dejar el mundo de la forma y entrar en Tu Reino Celestial. Pero tú que eres Amor, no me has dado ninguna instrucción sobre cómo se hace entre un hombre y una mujer."

"Sí, hijo mío," dijo Dios, "hay una pregunta que te entristece. Pero, ¿la ves con claridad?".

Y tal como había sido entrenado, el buscador entró en el silencio y permaneció allí un rato. Y enseguida dijo: "Tengo muchas dudas que me entristecen. ¿Voy a casarme o a estar solo? ¿Y si estoy solo, voy a ser célibe? Y si voy a casarme, ¿vamos a estar solos o con niños? ¿Y si tengo cónyuge e hijos, me acompañarán en el trabajo que me has dado? Y si están conmigo, ¿qué debo hacer si se niegan?"

"Sí, hijo mío," dijo Dios: "podrías preguntar éstas y mil preguntas más. Pero ¿no ves que hay una sola pregunta debajo de todas las demás?"

Otra vez el estudiante entró en el silencio, y esta vez permaneció mucho tiempo callado. Por fin dijo, "Yo creo que la única pregunta que tengo es ¿'Estoy solo'?".

Y Dios dijo: "has visto bien. Has visto la única pregunta que hay. El mundo del que estás a punto de ascender era simplemente esta pregunta."

Pero el buscador aún no se reía. Y Dios dijo: "Quizás, hijo mío, crees que no sabes la respuesta."

El buscador dijo: "¿No hay ningún pensamiento que puedas darme para responder a la cantidad de preguntas menores que nacen de ésta?".

"Hay ciertamente muchas mientras que creas que lo que es Uno son muchas cosas," dijo Dios, "pero todas se responden con la única Respuesta".

Y entonces Dios le habló al buscador desde las profundidades del Amor. Y Dios dijo:

"Tú eres el milagro que tienes que hacer. Y cuando parezca que fallas en esta función, te sentirás solo, y por esta decisión te abstendrás de toda vida, toda la verdad y toda la realidad.

Sabrás cuando has recordado tu función por el Amor que se sobrepone a los juicios y a los deseos. El milagro es tu función: ser el reflejo de mi Amor, y luego ver nuestro Espíritu Divino como todo lo que hay... dar Amor fácilmente y así recibirlo fácilmente. Nada que digas o hagas en el mundo tendrá sentido sin Amor.

Amar es estar en Mi brillante Corazón y así en los corazones de los "más pequeños" y los "más grandes" de Mis hijos. Cuando estás en Mi Corazón no miras a través de los fallos de tu hermano. Ni más allá de ellos, ni sobre ellos ni a su alrededor. Miras dentro de Mí. Pues sólo en Mi Corazón reconocerás el Pulso que late a través de toda la Creación.

En este mundo estarás tentado a creer que para Amar a uno tienes primero que Amar a todos. Pero te digo que tienes que perdonar a un hermano antes de que puedas amarlos a todos. Hay sólo Uno. No importa si parecías tener cónyuge o no, si parecías tener hijos o no. Porque este hermano que perdonas es cada niño, cada mujer y cada hombre que contemplas. Pero hasta que trates a al menos un hermano como tú quieres ser tratado y llegues a reconocer que su corazón es el tuyo, parecerá que vagas solo por el espacio y el tiempo y que sueñas con la muerte. Te parecerá creer que haces daño a tu hermano y soñarás que Me haces daño. Pero cuando por fin te Despiertes a la Realidad de Quién es tu hermano, te despertarás como Uno en Mí.

Durante ese Instante volverás a Casa. Y Te cantaré la Canción de la Felicidad Eterna. Porque Tú eres Mi Hijo y no hay otro. Y te meceré Despierto a la Vida en Mí: tú eres Mi Alegría, Mi Significado y Mi Completitud.

Tengo un lugar en la Eternidad para Ti donde habitamos como Uno, Yo en Ti y Tú en Mí para siempre. Conoce el Amor y sabrás que no estás solo".

Gloria a Dios por el Amor Eterno. El perdón es siempre un regalo a nuestro Ser, y así el perdón no tiene precio ni coste.