TRATAMIENTO Y BIENESTAR CORPORAL Y EMOCIONAL
T'ai Chi Ch'uan
Desde sus inicios, siempre se valoraron las artes marciales chinas por sus efectos para mejorar la buena forma física, la salud y la longevidad, así como por su utilidad como sistemas de autodefensa. Eso ha sido particularmente cierto para una clase determinada de arte marcial chino llamado T’ai Chi Ch’uan (Tayiquan), que tuvo su origen hace varios cientos de años y que se ha convertido en una de las formas más populares de ejercicio en el mundo.
Se calcula que, sólo en China, más de diez millones de personas practican diariamente alguna clase de T’ai Chi Ch’uan, mientras que en Japón lo practican más de un millón. Durante los últimos 30 años, se ha extendido cada vez más fuera de Asia y ahora se practica en Australia, Estados Unidos, Canadá y Europa. Millones de personas lo reconocen con facilidad cuando se practica en parques o se ve en la televisión, gracias a sus movimientos elegantes, lentos y fluidos que parecen como un ballet bajo el agua.
Al principio el T’ai Chi Ch’uan era esencialmente un arte marcial cuyos secretos adquirió astutamente “Yang, el Siempre Victorioso”, quien lo enseñó en la Armada de la China Imperial. Hoy día, es más bien una terapia preventiva de salud que un sistema de lucha. En el T’ai Chi Ch’uan se utilizan ejercicios que incorporan la filosofía taoísta. Su objetivo es armonizar el yin y el yang, preservar la salud y aportar vitalidad al organismo.
BENEFICIOS PARA LA SALUD
Beneficios Físicos
Se han dicho muchas cosas sobre los beneficios del T’ai Chi Ch’uan para la salud, que tiene algunas de las cualidades del Hatha Yoga, pero que se practica de pie. Algunos de los beneficios más evidentes se derivan de su mayor flexibilidad, mejora de la circulación, mejora del equilibrio y, lo que es igualmente importante, el beneficio intangible de lograr una sensación de bienestar muy superior.
Los estudios realizados tanto en China como fuera de ella, han demostrado que los ancianos que practican T’ai Chi Ch’uan disfrutan de mejor salud que otras personas de su misma edad, en términos de función cardiovascular, respiratoria, estado de los huesos y metabolismo. Un creciente número de médicos y profesionales de la salud, están tomando conciencia de los beneficios del T’ai Chi Ch’uan y lo recomiendan a sus pacientes, e incluso asisten ellos mismos a clases. No obstante, el <v sigue siendo terreno virgen para muchos profesionales de la salud. Muchos científicos en fisiología, bioquímica, inmunología y endocrinología han realizado en los últimos años estudios sobre los beneficios que tiene el T’ai Chi Ch’uan para la salud, y han descubierto, entre otras cosas, que quienes lo practican tienen una presión y una viscosidad sanguínea más baja que la media.
Las investigaciones indican también que el T’ai Chi Ch’uan promueve una circulación más regular de la sangre, una normalización del metabolismo y que los niveles de ácidos y alcalinos se encuentran básicamente equilibrados. También parece ayudar a mantener un alto nivel de oxigenación, lo que sin duda mejora el metabolismo del oxígeno y también el posterior almacenamiento de energía.
Los movimientos lentos permiten el entrenamiento de la fibra muscular de los huesos y la elasticidad de los músculos suaves de la pared vascular, y mejoran la estabilidad del nervio motor vascular y de la circulación de la sangre.
Activar la Relajación
Algunos estudios también indican que el T’ai Chi Ch’uan es útil para lograr un estado de relajación en todo el cuerpo, lo que ayuda a serenar la mente y alcanzar la relajación. Algunas formas de T’ai Chi, más enérgicas, también ayudan a fortalecer el sistema cardiovascular.
Un estudio realizado en China, observó a un grupo de 120 personas, con edades comprendidas entre los cincuenta y los ochenta años, que había practicado T’ai Chi Ch’uan durante muchos años. Descubrieron que, después de la práctica, el 92,3% del grupo se mostraba notablemente más alegre y optimista. Otro estudio examinó a un grupo de pacientes en un sanatorio, a los que se daba un tratamiento que combinaba el T’ai Chi Ch’uan con los medicamentos y la fisioterapia. Los resultados indicaron una mejoría en el índice de recuperación del 80% del grupo, frente al 34,6% cuando a los pacientes únicamente se les trataba con medicamentos convencionales.
LA FILOSOFÍA
Existen tres principios fundamentales en la base de la práctica del T’ai Chi Ch’uan: el ejercicio del chi o fuerza vital universal, el taoísmo y el principio del yin y el yang. Las diferentes escuelas de T’ai Chi Ch’uan ponen mayor énfasis en uno de los dos últimos principios, aunque todas ellas destacan la importancia del chi como poder interior dentro de un cuerpo flexible y una mente serena.
El taoísmo es una de las muchas filosofías orientales –el budismo es otra- que sostiene, entre otras cosas, que el “Tao” es lo que hace posible que las cosas “sean” o existan, y cuando cada una alcanza su estado último, revierte en lo que había sido. Una analogía típica es la del agua, que al hervir produce vapor y éste, al enfriarse, revierte otra vez en agua. En el T’ai Chi Ch’uan este principio indica la importancia de prestar atención a las actitudes y comportamientos físicos y psíquicos de cada persona, porque las opciones más extremas no suelen ser productivas y en cambio, sí pueden ser destructivas.
El círculo del Yin y el Yang
Uno de los signos mejor conocidos de China es el del Principio Esencial o círculo del yin y el yang. Este símbolo fue dibujado por el monje taoísta Chou Tun-yi en el siglo XI para demostrar de forma gráfica cómo alcanzar la eternidad y la armonía. El yin se representa por la parte oscura, mientras que el yang es la parte clara. Los dos puntos de color opuesto de cada una de las partes, significan que nada es del todo yin o del todo yang, donde hay yin, hay yang y viceversa. Así pues, yin y yang son los dos aspectos opuestos aunque complementarios de todas las cosas del universo.
Tradicionalmente, y en su forma más sencilla, el yin aparece como lo femenino, lo oscuro y lo pasivo, mientras que el yang es lo masculino, lo luminoso y lo activo. En una determinada “forma” de T’ai Chi Ch’uan –una serie continua de ejercicios o posturas-, se produce un intercambio entre el yin y el yang, que pretende conseguir la armonización de ambos, lo que favorece el libre flujo del chi.
LOS PRINCIPIOS RECTORES
A continuación se indican algunos de los principios rectores del T’ai Chi Ch’uan:
Relajación
Supone flexibilidad y también proporcionar extensión a brazos, piernas y torso para soltar las articulaciones. También se necesita para lograr el alineamiento adecuado de brazos, piernas, caderas, espalda y hombros.
Hundirse
Se refiere a permitir que la energía intrínseca o qi, vaya al dantian, o parte inferior del abdomen, de modo que pueda acumular energía y ser el poder que hay detrás de todos los movimientos. Los profesionales avanzados tienen el abdomen tan tenso como un tambor y atribuyen su habilidad y buena salud al éxito alcanzado en permitir que la energía se hunda en el dantian.
Coordinación
Todos los movimientos del T’ai Chi deben estar adecuadamente coordinados, de modo que todo el cuerpo esté conectado y que cada movimiento aporte energía a través de piernas, caderas, espalda y hombros y la expulse por brazos y manos.
No se utiliza fuerza externa o extraña
La fuerza externa se segmenta y no está conectada con el resto del cuerpo. No es tan efectiva o eficiente como la energía unitaria y coordinada de todo el cuerpo, que es el ideal del T’ai Chi.
Los movimientos deben ser lentos y continuos
En el T’ai Chi, todos los movimientos deben ser lentos y continuos, sin detenerse. La velocidad del movimiento puede variar con los estilos del individuo. Aunque puede parecer que algunos movimientos van seguidos de una pausa, en realidad no es así.
El cultivo de una mente serena y un espíritu claro
Este proceso se inicia desde el principio en la práctica del T’ai Chi y continúa, ayudando a sostener la práctica con el transcurso de los años. Si se desarrolla adecuadamente, una mente serena y un espíritu claro apoyan todas las actividades del que lo practica.
FORTALEZA INTERIOR
Todos los métodos persiguen cultivar lo que se denomina fortaleza interior, basada en el qi (chi), el concepto chino que se refiere a la energía intrínseca que corre por el cuerpo, siguiendo vías denominadas “meridianos”. Los puntos situados a lo largo de estas vías son puntos de acupuntura, tratados por los acupuntores para aliviar la enfermedad, y utilizados por algunos profesionales del T’ai Chi como puntos hacia los que dirigir la energía interna, lo que fortalece mucho a quién lo practica. De hecho, cuanto más tiempo se practique, tanto más fuerte será, siempre que se realice correctamente. Las personas de setenta o noventa años, hombres o mujeres, se pueden fortalecer mucho con esta práctica y suelen mostrar menos señales de envejecimiento.
Puesto que el ejercicio se realiza lentamente, con suavidad y relajación, se puede practicar incluso a edades muy avanzadas. En China hay quienes lo practican hasta los noventa años, y un famoso maestro, superó los cien años de edad.
Uno de los aspectos más importantes del T’ai Chi Ch’uan tal vez sea que cuando la gente lo estudia y lo practica durante un largo periodo de tiempo, se convierte en una de las muchas actividades en las que participa el individuo para mejorar su salud y su calidad de vida. De este modo, se puede utilizar el T’ai Chi Ch’uan para complementar y apoyar una dieta sana, otros ejercicios, meditación o práctica espiritual.
UN LARGO PROCESO DE APRENDIZAJE
Hay que tener en cuenta que aprender T’ai Chi Ch’uan no es necesariamente fácil. Aunque parece sencillo cuando vemos que alguien experimentado lo realiza, se necesita tiempo para aprender los movimientos y para estar relajado y coordinarlos. Dependiendo del ánimo, el esfuerzo requerido forma parte de la diversión. Aunque se haya aprendido una o varias formas de T’ai Chi, el proceso de aprendizaje continúa si ésa es nuestra inclinación y lo practicamos; los maestros con décadas de experiencia, siguen aprendiendo formas internas, si bien no externas.
PRÁCTICA REGULAR
Una vez que hayas elegido un lugar para aprender, convierte la práctica en parte de tu rutina diaria, preferentemente en un momento concreto del día, para que no tengas que buscar siempre ese momento especial para hacerlo. Si tienes que tomar esa decisión cada día, lo más probable es que surja otra actividad que lo impida. Sin duda, practicar el T’ai Chi con frecuencia, te será de utilidad, pero el mayor beneficio y disfrute está directamente relacionado con la cantidad de tiempo y esfuerzo que se aplique.
Debes considerar su estudio como una práctica a largo plazo en la que se obtienen pequeñas ganancias que se acumulan regularmente a lo largo de un periodo de tiempo y que son más importantes que los avances impulsivos. Siempre será buena idea complementar su práctica con lecturas sobre los principios y la filosofía del T’ai Chi Ch’uan, e incluir, como parte de tu desarrollo, la exploración de otros métodos alternativos de salud.