TRATAMIENTO Y BIENESTAR CORPORAL Y EMOCIONAL
Hidroterapia

 

Terapias Alternativas - Tratamiento y Bienestar Corporal y Emocional: "HIDROTERAPIA"

 

¿Qué es la Hidroterapia?

Al hablar de las doctrinas del doctor Kneipp que, dicho sea de paso, no era médico sino clérigo, debe ponerse en claro que este hombre fue el máximo sistematizador, difusor y popularizador de una serie de conocimientos agrupados bajo el nombre de hidropatía y que hoy conocemos con el nombre de hidroterapia, y que versan sobre el empleo terapéutico y medicinal del agua.

El agua, símbolo de vida

El agua se empleaba con fines curativos desde la más lejana antigüedad, ya que se han encontrado grados y descripciones de tales usos en civilizaciones varios siglos anteriores a Cristo, pasando por la Grecia clásica y la antigua Roma. Durante la Edad Media, el uso del agua con fines medicinales decae, debido fundamentalmente a que sus defensores y practicantes corrían el riesgo de ser acusados de prácticas de brujería. Con el Renacimiento, empieza de nuevo a difundirse su uso, formando parte de la recuperación de los conocimientos de las culturas clásicas.

La merecida fama de Kneipp

Nacido en Baviera en 1821, en el seno de una familia campesina de escasos recursos, a los 24 años decide emprender estudios eclesiásticos en el seminario de Dillingen. Debido al esfuerzo y a la mala alimentación, su salud decae progresivamente, obligándole a interrumpir los estudios de filosofía que había iniciado en 1848 en Munich y siendo prácticamente desahuciado por los médicos. En esa época cae en sus manos uno de los libros publicados por los Hahn, una saga de expertos naturistas alemanes, y empieza a experimentar por sí mismo los procedimientos que aquellos recomendaban, incluyendo los baños invernales en el Danubio, dos o tres veces por semana.

Su decaimiento cesó y empezó a recuperarse paulatinamente, convirtiéndose, desde entonces, en un ferviente defensor de la hidropatía, que recomendaba a todo el mundo. Destinado a la ciudad de Worishofen, donde siguió con sus prácticas hidroterapéuticas, tuvo los primeros enfrentamientos con la medicina establecida.

Por aquella época se produjo una epidemia de cólera en la región y, ante el fracaso de la medicina oficial, el joven Kneipp decide tratar a los enfermos con medios hidroterápicos, cosechando un éxito notable, lo que convierte a la ciudad, a partir de entonces, en centro de peregrinación de todos los que, aquejados de alguna dolencia, no habían hallado alivio en las prescripciones médicas tradicionales.

Desde ese momento su fama no para de crecer y comienza a escribir diversos libros, de los que el más conocido es Mi cura por el agua, en el que expone sus teorías sobre la salud y la enfermedad, y sistematiza los conocimientos y recomendaciones para el uso del agua como agente terapéutico, y para llevar una vida saludable y conservar la salud.

Consideraba que la mayoría de las enfermedades estaban causadas por la presencia de sustancias patógenas en la sangre o por la mala circulación. Por ello, el agua resultaba extraordinariamente útil, tanto para favorecer la movilización y eliminación de toxinas como para reforzar el propio organismo. Kneipp murió a los 76 años, habiendo dejado tras de sí diecinueve libros, numerosos escritos, varios miles de conferencias y, sobre todo, el kneippismo.

Efectos beneficiosos del agua

Según su concepción de los efectos curativos del agua, estos pueden agruparse de la siguiente manera:

Efectos térmicos. Los cambios de temperatura del agua sobre la superficie corporal inducen modificaciones en el calibre de los vasos sanguíneos cutáneos y, por consiguiente, un mayor aporte de sangre a los músculos y órganos internos, repercutiendo positivamente en su funcionalismo.

Efectos mecánicos. Los chorros de agua comprimen y descomprimen las zonas a las que se dirigen, masajeándolas con mayor o menor fuerza según las necesidades terapéuticas.

Efectos químicos. Empleando el agua como medio disolvente de sustancias químicas, minerales o plantas medicinales.

Efectos hidrostáticos. Es de todos sabido que los movimientos son más fáciles en el agua, ya que el cuerpo pesa menos (el conocido empuje descrito por Arquímedes), lo que facilita la terapia rehabilitadora en procesos que han debilitado la musculatura. Asimismo, se estimula el retorno de la sangre venosa hacia el corazón desde las partes sumergidas.

Recomendaciones y ejercicios preliminares a las curas hidroterápicas

Estos son algunos preceptos que deben practicarse siempre y en especial antes de comenzar cualquier técnica hidroterápica:

- Andar descalzo por la tierra húmeda
- Andar descalzo por piedras mojadas
- Andar descalzo por la hierba húmeda
- Andar descalzo por el agua
- Andar descalzo por la nieve

Todos estos ejercicios tienen por misión fortalecer los pies y las piernas, así como activar la circulación en las extremidades y el retorno de la sangre venosa al corazón. Se practican durante intervalos cortos de tiempo, alrededor de 15-20 minutos diarios; en invierno hay que secarse bien y vigorosamente antes de vestirse o calzarse de nuevo. Después de haber realizado estos ejercicios, se recomienda andar durante un buen rato para ayudar a los pies a entrar en calor.

Lavados o frotaciones

Consisten en pasar un paño o toalla de algodón o lino, humedecidos con agua fría (a la que debe añadirse vinagre para favorecer la vasodilatación cutánea) por toda la superficie del cuerpo, sin llegar a empaparla. A continuación, y sin secarse, hay que meterse en la cama para entrar en calor.

Los lavados favorecen la sudoración y alivian en los procesos febriles. También se usan en personas nerviosas o insomnes para producir sedación.

Pueden ser totales, aplicados a todo el cuerpo, y parciales, aplicados a la parte superior (pecho y espalda) o a la parte inferior del mismo (de la cintura a los pies) o a alguna extremidad. Los inferiores están especialmente indicados para derivar la sangre de la mitad inferior y el bajo vientre hacia la mitad superior, y constituyen una buena prevención de los úlceras cutáneas en personas encamadas por largo tiempo.

Compresas

Según la dolencia a tratar, pueden ser frías o calientes. Ambas consisten en la aplicación en las zonas doloridas de un paño de lino o algodón doblado varias veces, sumergido en agua sola o que contenga soluciones medicinales, y bien escurrido. Una vez efectuada la aplicación en la zona indicada, se cubre la compresa con un paño seco para que no se moje la ropa. Se renuevan cuando se enfrían o el calor del cuerpo las calienta. Las zonas más comunes de aplicación son:

- La frente, para la fiebre y el dolor de cabeza. Compresas frías durante 15-20 minutos.
- El pecho, para tratar los aumentos anormales de la frecuencia cardíaca. Compresas frías durante 10-15 minutos. En caso de angina de pecho, las compresas deben mojarse en agua caliente, para aprovechar el efecto vasodilatador.
- Para tratar contusiones y torceduras: compresas calientes de agua salada durante 15 minutos.
- Para calmar los dolores de vientre: compresas de agua caliente durante 20 minutos.
- En los dolores vertebrales, lumbago y ciática, se aplicarán compresas calientes durante 30 minutos. Se procurará que el frío no se apodere del paciente.

Envolturas

Terapéutica externa consistente en el empleo de una amplia superficie de tejido, como sábanas o toallas, con las que se envuelve el cuerpo del paciente excepto la cara. Las envolturas pueden ser calientes o frías, húmedas o secas, según los efectos que se pretendan conseguir. Cuando las envolturas están empapadas de agua, sea fría o caliente, se cubrirán con un vendaje seco para retener la humedad.

- Envolturas frías. Para absorber calor se emplean compresas de agua fría (en principio 3° C por debajo de la temperatura del paciente) poco escurridas, que se cambian cada 10-15 minutos. Son apropiadas para los estados febriles y para tratar las inflamaciones locales agudas.
- Para generar calor, se escurre bien la tela que va a estar en contacto con la piel; de este modo se produce una ligera sensación de frío, que activa la vasodilatación cutánea cuando se retira al cabo de 45-60 minutos, momento en que el paciente empieza a sudar. Este tratamiento suele emplearse para el insomnio y algunos dolores de cabeza.
- Para producir sudoración, estas envolturas se aplican muy escurridas durante un tiempo prolongado, suficiente para producir una sudoración intensa. Se emplean en trastornos metabólicos y curas de desintoxicación.
- Envolturas calientes. Una vez empapado el lienzo con agua caliente, se extiende rápidamente sobre una toalla de baño o una sábana seca. Se envuelve el pecho o el cuerpo entero, excepto la cabeza, con ambas capas de tela. Hay que proteger el colchón con un plástico para que no se moje. Estas envolturas suelen emplearse para el reumatismo articular y para el tratamiento de cólicos, tanto intestinales como biliares y urinarios.

Son múltiples los beneficios de las envolturas. Se pueden usar alrededor del cuello, en caso de anginas; alrededor del tórax, para combatir los procesos inflamatorios del aparato respiratorio; en trastornos gastrointestinales de tipo inflamatorio, se emplean envolturas absorbentes de calor aplicadas al abdomen y en caso de dolor, se usan las mismas envolturas para aliviar la zona afectada.

Tras el uso de las envolturas frías, es preciso frotar la zona enérgicamente con agua fría y reposar en la cama durante media hora.

Chorros

Suelen utilizarse a poca presión, para que el agua no salpique y no se estimulen otras partes del cuerpo. Se practican con un tubo grueso, de unos 2 cm de diámetro, dirigiendo el chorro hacia las partes del cuerpo que se van a tratar, de manera que caiga una cascada de agua sobre ellas, sea fría o caliente, o alternando ambas temperaturas, pero terminando siempre con agua fría.

En las extremidades, se emplean para tratar los trastornos circulatorios, alteraciones de la sensibilidad y para determinados tipos de dolores de cabeza.

Para el tratamiento de los dolores de columna, se emplean chorros de agua caliente a presión desde una distancia de 3-4 metros sobre las partes doloridas: cervical, dorsal o lumbar.

Baños

Pueden ser de agua caliente o fría, de temperatura creciente o alternos. Según su lugar de aplicación, pueden ser totales o parciales. Los baños fríos, ya sean parciales o totales, se emplean básicamente para tratar problemas circulatorios y aliviar la fatiga.

- Los baños calientes parciales se emplean para tratar dolores de tipo cólico, tanto intestinales como de riñón, y dolores de tipo ginecológico. Los baños calientes totales se usan como relajantes musculares. Todos deben terminarse con un breve baño de agua fría.

Los baños alternos sólo se emplean en las extremidades, empezando siempre con agua caliente y terminando con agua fría. Su utilidad estriba en la producción alterna de dilatación y constricción de los vasos de la piel, y en la mejora de la adaptabilidad del aparato circulatorio a las necesidades del organismo.

Mención especial merecen los baños de asiento. Los baños fríos se emplean para tratar las hemorroides y demás procesos inflamatorios de la zona anal y los calientes se utilizan para el tratamiento de las prostatitis crónicas, espasmos intestinales y de las vías urinarias.

- Tampoco se discuten científicamente los beneficios de los baños aromáticos. Se ha demostrado la absorción por la piel de los principios activos existentes en el baño y que posteriormente aparecen en la sangre.

Por ejemplo, un baño aromático de tomillo o de agujas de pino, actuará con gran eficacia sobre los pulmones y, además de la inhalación de los vapores, los principios activos a través de la sangre se diseminarán por todo el organismo, con lo que es posible tratar numerosas afecciones tanto de orden físico como psíquico.

- Las principales plantas utilizadas para el baño son el enebro (artritismo y reuma), la lavanda (sedante, debe alternarse con baños de pino, romero y algas marinas), la mejorana y el tomillo (ambos vigorizantes), el pino (recomendado contra el reumatismo y la gota), el romero (vigorizante, sobre todo para los niños), la esencia de trementina (reuma), y la salvia (antirreumática y fortalecedora).

Para preparar el baño aromático hay que colocar en un recipiente una bolsa de tela que contenga 500 gramos de la planta de elección (250 g para los niños). Se vierte sobre ella 3-4 litros de agua hirviendo, cubrir y dejar en infusión entre 10 y 15 minutos. A continuación se añadirá esta infusión al baño.

Vahos

El vapor de agua se emplea para dilatar los vasos sanguíneos, activar la circulación, humedecer las secreciones y facilitar su drenaje. Se emplea básicamente para las afecciones del aparato respiratorio, mediante la inhalación del vapor generado en un recipiente en el que se han introducido, cuando el agua hierve, hierbas medicinales. Los vahos más usados son los de eucalipto, aunque pueden emplearse también otras hierbas.

 

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