MODIFICAR PATRONES DE COMPORTAMIENTO
Cromoterapia

 

Terapias Alternativas - Modificar Patrones de Comportamiento: "Cromoterapia"

 

Al ver un narciso de un amarillo brillante que florece por encima de las nuevas violetas púrpura bajo el sol primaveral, nuestros corazones se abren al día y nos sentimos más vivos. Al sentarnos y observar el sol que se pone en el mar, el amarillo que se torna anaranjado, luego rosa y más tarde púrpura, a medida que la luz se desvanece, nos sentimos en paz y preparados para el descanso. El amarillo y el púrpura durante el día y esos mismos colores al inicio de la noche. Estos son algunos colores complementarios que aprecian nuestros cuerpos y que empleamos para mantener la salud y una perspectiva positiva de la vida.

Si mantenemos los ojos abiertos, en la naturaleza siempre encontramos la forma de curarnos. Con el color, la naturaleza nos ofrece las herramientas más eficaces para la salud, el bienestar y la alegría: los alimentos que nos rodean mantienen nuestros cuerpos y almas. ¿Cómo te sientes cuando dejas de pensar y te detienes ante el rosal del vecino, que florece sobre el seto? La rosa es roja y vibrante. Sus pétalos forman un hermoso dibujo espiral. Te hace recordar la primera rosa que regalaste a alguien a quien amabas. Su aroma intensifica y bendice tus sentidos. Todo eso es posible porque tu atención se ha visto atrapada por el rojo de la rosa.

El color hace todo esto por nosotros. Nos atrae y nos impulsa hacia la danza de toda la hermosura que estalla a nuestro alrededor. Su vibración nos atrae y despierta ecos en nuestro propio cuerpo. Nos alimenta con su vibración si necesitamos equilibrar nuestras energías, que quizá requieren un color concreto en ese momento específico. Todo el mundo del color está ahí, esperando actuar sobre nuestras energías y espíritu. Sólo tenemos que abrir los ojos a sus posibilidades, observar y amar.

UN EQUILIBRIO DINÁMICO

La naturaleza prospera con el equilibrio dinámico, sea cual fuere la miríada de formas en que se exprese; un helecho que abre su densa espiral al sol, un nautilo que descansa en la orilla, un girasol que se yergue alto y radiante expresan la misma relación proporcional en la naturaleza. Esa relación «áurea» se exhibe en plantas, animales, el cuerpo humano y, según creen algunos, en la conciencia universal. Actúa como tónico o hilo conector por todo el universo. Muestra las interrelaciones de todas las formas de energía, visibles e invisibles. El color es uno de los embajadores del conocimiento universal en la naturaleza. Nos conecta con nuestra alegría, salud y vida.

EL COLOR EN LOS TIEMPOS ANTIGUOS

La curación por medio del color, o cromoterapia, se ha practicado desde tiempos antiguos. Desde Heliópolis, el Egipto, hasta Irán, India y China, la gente reconoció las propiedades curativas del color y las aplicó de diversas maneras.

Las habitaciones del templo de Heliópolis se diseñaron especialmente de modo que los rayos solares se descompusieran en los siete colores del espectro y resultasen útiles para la curación. En las mezquitas de Irán se utilizaron arquitectónicamente azulejos vidriados de diferentes colores para la inspiración y purificación del espíritu y la enseñanza de la ley natural y de la conciencia.

Todas estas culturas utilizaron el color en diversas medidas en la arquitectura, el agua solarizada, el brillo de la luz a través de cristales y la molienda e ingestión de gemas en polvo. A partir de minerales y escarabajos se prepararon pigmentos naturales para la ornamentación del cuerpo.

LOS CHAKRAS

Desde hace más de dos mil años se sabe que los chakras son uno de los principales componentes del sistema de energía humana. Muchas tradiciones han reconocido históricamente la existencia de 7 chakras, aunque ahora se suele admitir que son ocho, posiblemente doce o incluso más. Los chakras son centros de energía que se encuentran a lo largo del eje de la columna vertebral, justo en el exterior del cuerpo físico, en lo que se denomina «la vaina etérea». En diferentes tradiciones se los conoce como las ruedas de la luz giratoria, flores de loto, rosas o estructuras lenticulares, etc. Estos centros actúan como complemento de nuestras auras para mantenernos sanos. Cada chakra tiene su color correspondiente:

Chakra base: color rojo. Conecta la energía vital, la sexualidad y el poder creativo.

Chakra sacro: color naranja. Conecta con el movimiento físico y con nuestras emociones.

Chackra del plexo solar: color amarillo. Conecta con sentimientos de autoestima.

Chakra del corazón: color verde. Centro del amor y la armonía.

Chakra del timo: color turquesa. Generosidad, compasión, el «corazón elevado».

Chakra de la garganta: color azul. Centro de la expresión creativa a través del sonido y la expresión de la verdad propia.

Chackra del entrecejo: color violeta. El tercer ojo. Centro de visualización e intuición.

Chakra de la coronilla: color magenta. Nuestro yo eterno y espiritual.

NUESTRO VOCABULARIO DEL COLOR

El espectro visible, parte del espectro electromagnético que contiene energías, desde los rayos cósmicos hasta las ondas de radio, es lo que observamos en nuestro mundo cotidiano. La luz del sol, o lo que ahora conocemos como la luz del espectro completo, contiene todas las longitudes de onda del color, desde el ultravioleta hasta el espectro visible, incluyendo el infrarrojo. El bien documentado efecto de la luz solar en los climas nórdicos durante el invierno, que provoca estados como el llamado «trastorno afectivo estacional», es una sencilla demostración del papel que desempeña el color sobre nuestra salud.

Se dique la cada pintor tiene una paleta diferente o que cada uno utiliza una variada gama de color para transmitir aquello que quiere expresar. Hay documentos de la antigua Grecia, de los siglos IV y V a.C, en los que se citan los cuatro colores primarios: blanco, negro, rojo y amarillo. Desde hace muchos siglos se sabe que el espectro visible está formado por siete colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta. Esos colores se corresponden con los siete chakras del cuerpo humano. Al espectro curativo se le han añadido ahora los colores turquesa y magenta. Parece ser que, a medida que evoluciona nuestra conciencia, también aumenta nuestra capacidad para percibir números y cualidades en los colores.

EL AURA HUMANA

Todos tenemos un aura particular y singular que es una manifestación de lo que somos y de cómo nos sentimos. El aura son las capas de color que rodean al cuerpo humano, y cada capa o banda es de un color. El conjunto de esas capas forma el campo áurico, llamado a veces el arco iris del cuerpo. Cuando nos sentimos sanos, los ocho colores del campo áurico son claros y luminosos. Si nuestro cuerpo está desequilibrado, algunos colores concretos pueden aparecer más oscuros o pálidos, menos sustanciales. Podemos experimentar la calidad del color áurico mediante el truco de la persistencia mental de una imagen después de mirar un objeto, algo que nuestros ojos hacen bien.

Fíjate en un objeto o papel cuadrado de color turquesa brillante y míralo intensamente durante tres o cuatro minutos. Desvía inmediatamente la mirada hacia una hoja de papel en blanco. Al instante verás un cuadrado rojo suavemente resplandeciente sobre el papel blanco. Ese resplandor es similar a la calidad del color áurico.

USAR EL COLOR EN NUESTRA VIDA COTIDIANA

¿Cómo podemos tomar esta maravillosa energía que forma parte de nuestra experiencia cotidiana y aprovecharla para enriquecer nuestras vidas y sanar alguna afección? Lo primero que debemos recordar es que a la naturaleza le encanta el equilibrio, por lo que en la curación a menudo se aplica el principio complementario. Si se usa un color, también se usa su color complementario. Un cuerpo sano contiene colores complementarios en igual proporción unos con respecto a otros.

Al realizar los siguientes ejercicios, recuerda que a la naturaleza le encanta la riqueza y el equilibrio.

EL COLOR EN LA MEDITACIÓN

Recuerda uno de tus lugares favoritos en la naturaleza, un lugar donde puedas relajarte, sentirte a salvo, en casa. Acuéstate, ponte cómodo y comienza a respirar con naturalidad y suavemente. Desplázate mentalmente a ese lugar. Recuerda un momento en que te sentiste feliz y relajado allí. Si no se te ocurre con facilidad un lugar y un momento concretos, imagínate una historia sobre un lugar en el que te sentías feliz y relajado. Imagínate entrando en ese lugar, tumbarte cómodamente en el suelo o sentarte tranquilamente en un sillón. Observa los colores que te rodean. Aspíralos con toda su riqueza mientras los ves con el ojo de tu mente, el tercer ojo. El brillante cielo azul, el lago azul celeste en la distancia, la hierba verde que te rodea, los colores anaranjados, rojizos, amarillos y violetas de las flores de los arriates cercanos. Aspira los colores, intensifica mentalmente su riqueza y variedad. Mantente durante diez minutos. Luego, suavemente, regresa al presente, vigorizado y relajado. A medida que practiques esta meditación cromática, aumentará tu capacidad para introducir más detalles y variedad en el color.

VISITA A UN TERAPEUTA DEL COLOR

En las profesiones relacionadas con la sanidad ya se admite que las emociones son muy importantes, puesto que influyen sobre nuestro estado de salud. Ser conscientes de nuestros sentimientos no siempre es fácil como parece, sobre todo en el mundo actual, que se mueve con extrema velocidad.

Un buen profesional te escuchará con atención, lo verá con la mente y el corazón abiertos y, utilizando las herramientas de diagnóstico de que dispone, podrá sugerirte un tratamiento que te libere de tus bloqueos, de manera que las energías del cuerpo recuperen su equilibrio dinámico.

La cromoterapia utiliza una serie de medidas para el diagnóstico y el tratamiento. Algunos profesionales leen el campo áurico para diagnosticar el estado del equilibrio del color en el cuerpo. Otros realizan una lectura del equilibrio de las energías del color en la columna vertebral y luego, con el uso de un gráfico, establecen un programa para equilibrar las energías de color si fuese necesario.

Se pueden utilizar pruebas psicológicas en las que intervenga el color. La prueba Luscher, por ejemplo, utiliza tanto la mente consciente del paciente como la inconsciente, para obtener información fisiológica. La terapia del arte utiliza las pinturas para ver cómo expresan en cada momento la actitud del paciente hacia la vida.

La luz coloreada es la forma más sutil y eficaz de utilizar el color en la curación. Estos tratamientos sólo deberían realizarlos profesionales capacitados y con amplia experiencia en el uso del color.

El agua, solarizada en botellas cubiertas con filtros para los diferentes colores del espectro, y los aceites coloreados, obtenidos con materiales vegetales naturales, permiten trabajar en casos como apoyo al proceso curativo entre sesiones. Los colores que utilizas en tu hogar, las ropas y los alimentos te serán también de gran utilidad, así como el uso de prendas de seda de color.

Actualmente la cromoterapia se utiliza en medicina complementaria para tratar los achaques espirituales, mentales, emocionales y físicos. La clave consiste en recuperar el equilibrio del cuerpo, y ahí el color es una muy buena herramienta.

La cromoterapia se complementa con la acupuntura, la acupresión, el trabajo con esencias y hierbas y la visualización. Lo que siempre debemos recordar es que el color es un aspecto festivo de nuestro mundo y también de nosotros mismos.

EJERCICIO: ASPIRA EL COLOR

Siéntate o túmbate cómodamente, con la columna relajada. Respira con naturalidad. Puedes realizar este ejercicio a través del espectro completo de colores o elegir una de sus cualidades curativas concretas. El siguiente cuadro te ofrece sugerencias:

Rojo: aspira el rojo para obtener vitalidad. Espira el turquesa.

Naranja: aspira el naranja para obtener alegría. Espira el azul.

Amarillo: aspira el amarillo para aumentar la objetividad y los poderes intelectuales. Espira el violeta.

Verde: aspira el verde para tu purificación y equilibrio. Espira le magenta.

Turquesa: aspira el turquesa para fortalecer el sistema inmunológico. Espira el rojo.

Azul: aspira el azul para encontrar relajación y paz. Espira el naranja.

Violeta: aspira el violenta para aumentar el autorespeto y conectar con sentimientos de dignidad y belleza. Espira el amarillo.

Magenta: aspira el magenta para liberar imágenes y pensamientos obsesivos. Espira el verde.

A medida que practiques esta sencilla técnica de aspiración del color, descubrirás que te sientes más lleno de energía y que tu sistema está más equilibrado.

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