TRATAMIENTO Y BIENESTAR CORPORAL Y EMOCIONAL
Chi Kung (Qigong)
Antaño era un arte secreto conocido por una sola persona de cada generación de entre unas pocas familias selectas. Hoy en día, el sistema tradicional chino del chi kung es practicado por millones de personas en China y se está haciendo cada vez más popular en Occidente. El chi kung es una terapia suave que combina ejercicios ligeros con técnicas de respiración, meditación y visualización, y cuyo objetivo es desarrollar y mejorar la circulación del chi o “fuerza vital” en todo el cuerpo. Adecuado para personas de todas las edades, se cree que el chi kung aumenta la vitalidad y fomenta la autocuración.
El chi kung, a veces denominado qicong, forma parte de la medicina tradicional china, y se cree deriva de una mezcla de yoga taoísta, meditación budista y ciertos ejercicios de respiración tradicionales chinos, desarrollados hace unos 5.000 años.
Durante la dinastía china Ming (1368-1644), este sistema de ejercicios curativos se fue perfeccionando hasta conformar la terapia conocida como chi kung. Este término significa literalmente “práctica energética”: el arte de cultivar y equilibrar el chi dentro del cuerpo, con el fin de curar y mantener la salud.
Durante muchos siglos el arte del chi kung fue un secreto celosamente guardado que sólo se enseñaba a una persona de cada generación, escogida entre las familias de la élite china. De hecho, no fue hasta mediados del siglo XX que el chi kung empezó a practicarse abiertamente –y únicamente entonces durante un corto periodo de tiempo, dado que Mao Zedong prohibió el chi kung durante la revolución cultural china (1966-1969)-. Sin embargo, Mao cambió de opinión cuando se sintió enfermo y la medicina occidental no pudo curarle, mientras que el qigong, en su opinión, sí lo hizo. Hoy en día, el chi kung es practicado en toda China por gente de todas las edades, y en Occidente está haciéndose muy popular.
La teoría
El chi kung se basa en principios similares a los de otros sistemas de salud tradicionales de oriente, en particular incide en la necesidad de establecer una armonía entre el yin y el yang, así como promover el libre flujo de chi por los meridianos. Se dice que chi es la energía que compone toda la materia. Se divide en dos clases –yin y yang- y, aunque ambas poseen cualidades diferentes y están representadas por distintas partes del cuerpo y de la mente, existe un flujo constante de una a otra.
La enfermedad, ya sea física, mental o emocional, se debe a flujos inadecuados de chi entre los principios yin y yang y entre el chi de la naturaleza y el chi del interior de cada persona.
La esencia del chi kung radica en que con un sistema de ejercicios simples, técnicas de espiración y meditación así como la visualización, se puede mejorar la circulación del chi, y por lo tanto mantener o restaurar la salud física y mental hasta alcanzar unos niveles óptimos. Los ejercicios de chi kung son lentos, suaves y rítmicos. No han sido concebidos para fortalecer el cuerpo, sino para estimular el flujo de energía de una zona a otra.
Durante los ejercicios se controla la respiración para ayudar a enfocar la mente hacia el interior del cuerpo. Las técnicas de visualización enseñan al individuo a “sentir” y a “ver” cómo fluye libremente el chi de un lugar a otro. Asimismo, se practica la meditación, con el objetivo de alcanzar un estado de relajación más profundo y una armonía interna; los practicantes de chi kung otorgan una gran importancia a la conexión que existe entre la salud mental y la salud física.
Los ejercicios básicos del chi kung son fáciles de aprender y adecuados para todos, incluidas las personas de más edad y las débiles o enfermizas. Los ejercicios pueden practicarse en cualquier orden y la ropa a usar conviene que sea holgada y cómoda.
Visión ortodoxa
A los médicos occidentales les es difícil aceptar la existencia del chi, así como el concepto de que se trata de un tipo de energía invisible del interior del cuerpo. También ponen en duda que una persona pueda sentir esta energía dentro de sí misma y que aprenda a desplazarla por su cuerpo. No obstante, los médicos ortodoxos están de acuerdo en que la mezcla de este sistema de meditación, visualización, control de la respiración y ejercicios sencillos, puede reducir el estrés, aliviar el dolor y estimular el sistema inmunitario.
En general, las investigaciones chinas sobre el chi kung han carecido de rigor científico, o bien no se han publicado en Occidente. Sin embargo, existe una excepción. Durante la Conferencia Internacional de chi kung en 1994, los investigadores de un centro médico de Shangai presentaron un informe acerca de un estudio realizado a los largo de 20 años con mil hipertensos. La tasa de mortalidad en el grupo que practicaba chi kung era del 17% frente al 32% entre aquellos que no lo practicaban.
Consulta a un maestro
Generalmente el chi kung se enseña y se practica en una clase, aunque una vez se han aprendido las rutinas de los ejercicios y demás técnicas, puede practicarse en cualquier lugar y en cualquier momento, como técnica de autoayuda. Es importante elegir un maestro que sea capaz de acreditar un entrenamiento adecuado, aun cuando esto pueda parecer difícil.
Te enseñarán algunos ejercicios que constan de movimientos fluidos –a menudo con nombres exóticos como “el vuelo de la grulla”, “el baile del arco iris”, “el tigre” y “el dragón dorado mueve la cola”-, que frecuentemente representan movimientos de animales, así que mejor lleva calzado plano y flexible y ropas holgadas.
Es importante que todos los movimientos sean lentos y naturales –no debes tensar o forzar músculos o articulaciones- y no deberías perder la concentración, sino estar atento a lo que se hace y en cómo te sientes.
También te mostrarán diversas técnicas de respiración que te ayudarán a tener un mayor control sobre ésta y a aumentar el suministro de oxígeno a la sangre y a los tejidos. Si te mareas o te cansas, vuelve a respirar con normalidad durante un rato. Asimismo te enseñarán a meditar, a aclarar la mente y a dejar que el cuerpo y la mente alcancen un estado de relajación profunda, así como a visualizar el libre flujo de chi a través de tu cuerpo. Cuando te hayas habituado a ello, puede que seas capaz de sentir el chi en forma de una sensación de calor o de hormigueo.
Se dice que los maestros de chi kung que alcanzan los niveles más altos de control y de conocimiento, pueden pasar su chi a un paciente o alumno para ayudar a su curación. No obstante, es difícil encontrar maestros de esta magnitud fuera de China.