MODIFICAR PATRONES DE COMPORTAMIENTO
BioNeuroEmoción
Introducción a la BioNeuroEmoción
La BioNeuroEmoción integra nuevas metodologías que permiten que el cliente o consultante sea capaz de trabajar con sus propios programas, con los que funcionan en su vida cotidiana, para transformarlos.
Es muy importante dejar claro que desde nuestro método no se trabaja con pacientes, sino con clientes o consultantes. Un paciente es pasivo por definición y está a merced de lo que ocurre fuera de él. Al pasar a ser cliente, se mantiene activo, toma decisiones y las lleva a cabo. Asimismo, es capaz de reconocer sus propios recursos, los cuales le permiten interpretar y reinterpretar lo que ocurre en el exterior, y por lo tanto vivir todas sus experiencias de una manera diferente. Por lo tanto, nunca más hablaremos de pacientes pasivos, pues este concepto se contrapone totalmente al hecho de que toda persona actúa activamente en la realidad que está viviendo y que está creando.
Los programas que dirigen nuestra existencia pueden haber sido aprendidos a lo largo de nuestra vida cronológica gracias a un entorno determinado, y también pueden haber sido codificados dentro del útero materno, o incluso heredados de nuestros ancestros. Hacemos profundo hincapié en el desarrollo y el estudio del árbol genealógico, también conocido como el transgeneracional. Nuestra experiencia clínica de estos últimos años nos ha enseñado que nuestras vidas son en tal medida la manifestación de estos programas, que venimos a ser marionetas de ellos. Por tanto, mi interés y el de todos los miembros que formamos el Instituto Español de BioNeuroEmoción es desarrollar la conciencia. De esta manera podemos cambiar estos programas, obteniendo la libertad necesaria para ser fieles a nosotros mismos y hacer lo que realmente queremos. Esto también se expresará en la desaparición de nuestros síntomas físicos y de las circunstancias problemáticas de nuestra vida.
Una manera óptima, rápida y eficaz de desactivar rápidamente los programas, es desarrollar un pensamiento y una mente cuántica. También es necesario desarrollar la coherencia emocional, fundamental para que el campo cuántico reciba esta información y la manifieste en nuestras vidas.
Por consiguiente, el método de la BNE considera que la enfermedad es un mecanismo de adaptación biológica que afecta al individuo, a su familia y al contexto social, y que se sustenta en programas que están en nuestro inconsciente, algunos de los cuales se transmiten transgeneracionalmente (inconsciente colectivo), o (de forma consciente) a partir de los canales de socialización, como la familia, la educación, los medios de difusión, la religión, etcétera. De esta manera, las actitudes, las creencias y los valores que favorecen el modo de pensar, sentir y actuar de las personas se perpetúan de generación en generación.
Asimismo, proponemos vías para la toma de conciencia y el cambio de emociones. Ello contribuye a la disminución o remisión del síntoma o desajuste que se presenta, con la consiguiente mejora de la calidad de vida y del bienestar social, los cuales, a su vez, potencian el resultado de otras intervenciones de carácter socioeducativo, cultural y sanitario.
La BioNeuroEmoción plantea una nueva forma de entender la vida: el abandono del paradigma newtoniano, el del victimismo –al que llamamos adolescencia emocional- para adentrarnos en la madurez emocional, en el paradigma holístico, donde se desarrolla la conciencia de que somos los autores conscientes e inconscientes de nuestras vidas. Esta conciencia permite que la persona sienta que su salud está en sus propias manos y que, al margen de cualquier terapia, puede participar activamente en su recuperación física y mental tomando conciencia de sus emociones y de cómo gestionarlas.
La BNE no es una terapia, sino un método integrador y holístico. Emplea diversas técnicas humanistas para acompañar a la persona en la detección y resolución de sus conflictos emocionales. Es un método que estimula el “desaprendizaje”, posibilitado por la plasticidad neuronal, tan fundamental en el ser humano. Este desaprendizaje nos permite liberarnos de los programas limitantes de cualquier tipo: familiares, genéticos o simplemente heredados. De esta manera conseguimos escribir y reescribir un nuevo guión para nuestra vida, con conductas y percepciones integradas como un todo –es decir, de principio a fin- y más coherentes con nuestras emociones. El proceso consiste, entre otros aspectos, en reaprender e integrar nuevas creencias y valores. Se trata, en definitiva, de tomar conciencia para poder vivir en coherencia y mirar todo lo que nos rodea como una proyección de nuestra propia mente, sabiendo que lo que percibimos es un producto de nuestros programas.
La coherencia emocional es la regla de oro para el especialista en BioNeuroEmoción. Buscamos las emociones ocultas que activan esos programas inconscientes y fomentamos una reeducación emocional para que el cliente afronte las dificultades de la vida con otro tipo de percepción y otros recursos emocionales. Una vez que el cliente ha desaprendido, el especialista le propondrá adoptar nuevas conductas y emplear esos nuevos recursos para poder realizar cambios fundamentales en su vida. Sabemos que la toma de conciencia conlleva un cambio de conducta que implica pasar a la acción: tomar decisiones, separarnos de ambientes y personas tóxicas, poner límites. Si este cambio no se produce y el cliente sigue manteniendo relaciones nocivas y hábitos disfuncionales, el especialista debe señalarse el peligro que esto entraña para su salud física y mental. El inconsciente no entiende un cambio emocional si no viene reforzado por un cambio conductual. Se trata de un cambio que es fruto de una nueva percepción de la realidad, que puede transformarse. Más adelante, el lector encontrará el desarrollo de este concepto en “la cuarentena”, un periodo de convalecencia necesario para que las nuevas conexiones neuronales se estabilicen y refuercen. De esta manera el nuevo aprendizaje queda consolidado.
El método de la BioNeuroEmoción
Con la BNE se rompen protocolos de planteamiento terapéutico que hasta ahora eran intocables, como el propuesto durante décadas por el psicoanálisis. Nuestro trabajo se fundamenta preferentemente en la aplicación de nuestro método para buscar el conflicto emocional, entendido como una necesidad biológica insatisfecha. Para ello utilizamos una metodología ecléctica, en la cual el especialista aplica conocimientos de hipnosis, sofrología y técnicas de programación neurolingüística (PNL), entre otras, para acceder al inconsciente y poder reaprender la emoción y la percepción de un acontecimiento conflictivo que ha tenido un gran impacto emocional.
Nuestra disciplina no permite que el cliente explique su historia hasta el final del tratamiento o, mejor dicho, hasta el final de la toma de conciencia. Una frase que ya se está haciendo popular en este ámbito es: “debemos buscar la historia que hay detrás de la historia” (Enric Corbera).
El cliente viene a vernos con “su historia”, la que emplea para explicar sus problemas. Varios estudios científicos, sobre todo en el campo de la neurociencia, explican este fenómeno: “En nuestra conciencia dominan las creencias y éstas elaboran una interpretación de las vivencias”.
En su libro “La biología de la transformación”, Bruce H. Lipton ofrece otra pauta que refuerza nuestra determinación de seguir esta línea para tratar los casos de las personas que vienen a consulta: “Las emociones que mantienen la historia en su lugar deben tratarse antes de poder dejarla atrás”. Sin duda una premisa nada convencional y ajena a la ortodoxia de la psicología y del psicoanálisis.
Al aplicar el método de la BNE consideramos que las situaciones que se perciben como problemas, sean del ámbito que sean, responden a unos patrones subyacentes, y el objetivo fundamental de nuestro trabajo debe ser tomar conciencia de ellos.
Uno de los principales beneficios que obtiene la persona que se trata con este método, es una sensación de máxima liberación y bienestar emocional como consecuencia de la desaparición del sentimiento de culpabilidad que la atenazaba en su quehacer diario. Después del tratamiento, el sujeto sabe, en el pleno sentido de la palabra, que los verdaderos responsables del comportamiento repetitivo son los patrones heredados.
“En el campo de la información mental existen comportamientos programados que nos atan y nos inmovilizan como si fueran esposas o cadenas”. Esta fundamentación permite a las personas que se encuentran atadas a estos programas liberarse de la vergüenza y de la culpa. Dentro del método de la BNE, el principal campo de estudio para liberarse de estos programas es el análisis transgeneracional. El lector verá que el estudio del árbol genealógico o transgeneracional ha ido evolucionando desde una visión más newtoniana hasta otra plenamente cuántica.
Otro avance científico que de alguna forma respalda nuestro trabajo es el descubrimiento de las neuronas espejo por parte de Giacomo Rizzolatti, de la Universidad de Parma (Italia). El equipo del doctor Rizzolatti estaba estudiando el cerebro de los monos cuando descubrió un curioso grupo de neuronas. Estas células cerebrales no sólo se encendían cuando el animal ejecutaba ciertos movimientos, también se activaban simplemente al contemplar a otros hacerlo. A estas células se las llamó “neuronas espejo” o “especulares”. Este descubrimiento confirma las leyes del inconsciente que más adelante expondremos y explicaremos.