SONOTERAPIA: EL PODER TERAPÉUTICO DEL SONIDO

 

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La Terapia de Sonido, también conocida como Sonología o Sonoterapia, es una técnica terapéutica muy antigua que aporta innumerables beneficios para la salud y el bienestar. Basada en la resonancia física y emocional, los diferentes sonidos que se emplean actúan como un masaje para el cuerpo y la mente. Sound healing o el sonido que cura, es pura energía sanadora de los cuerpos físicos y sutiles del ser humano.

Escuchando los sonidos de la naturaleza y determinados instrumentos musicales, cuerpo y mente se relajan y vuelven a conectar. La terapia de sonido es accesible para todos y a cualquier edad, incluso es apta para personas con dificultades auditivas; tiene infinidad de aplicaciones y sus maravillosos beneficios los hemos experimentado todos.

¿Qué es la Terapia de Sonido?

Es una técnica terapéutica que se centra en los sentimientos corporales y emocionales que provocan los sonidos. La vibración de éstos alivia el sufrimiento psicológico y físico a través de la relajación. Nos permite tomarnos un tiempo para nosotros y facilita la conexión con nuestro centro.

Esta terapia se practica individualmente o en grupo, con o sin un terapeuta entrenado. Utiliza diferentes grabaciones de sonidos de la naturaleza e instrumentos, que varían según el propósito:

●  Gritos de animales.
●  Sonidos del bosque y los árboles.
●  Sonidos de agua, río, mar o lluvia.
●  Cuencos tibetanos.
●  Canciones y voces.
●  Diapasones terapéuticos.
●  Varios instrumentos musicales (tambor, guitarra o piano, por ejemplo).

La Sonoterapia no permite el diagnóstico. Es una herramienta terapéutica que relaja, aligera, calma y permite encontrarse a uno mismo. A menudo se asocia con otras terapias, como el tacto corporal o la medicina tradicional.

Beneficios de la Terapia de Sonido

La terapia de sonido te permite reconectarte con tu cuerpo y tomarte un tiempo creando un paréntesis en tu vida diaria. Aporta numerosos beneficios:

●  Relajación, relajación muscular y liberación de emociones.
●  Propiedades antálgicas.
●  Aumento de la capacidad de concentración.
●  Fortalecimiento del sistema inmunitario.
●  Mejora del estado de ánimo.
●  Armonización física y psicológica.
●  Mejora del sueño y la digestión.
●  Desarrollo de la creatividad.

Aplicaciones de la Terapia de Sonido

La Sonoterapia es para todos, incluidos niños y ancianos. También las personas con problemas de audición pueden acceder a esta técnica, ya que los beneficios proceden de las vibraciones de los instrumentos. Sus aplicaciones son múltiples:

●  Ansiedad, trastornos de ansiedad permanentes, fobia, ataque de pánico o TOC.
●  Trastornos del estado de ánimo, como la depresión.
●  Trastornos del sueño.
●  Trastorno de conducta alimentaria y adicciones.
●  Trastornos psicosomáticos.
●  Dolor crónico.
●  Enfermedad crónica, como cáncer, fibromialgia o cuidados paliativos.
●  Hospitalización extendida.

Sin embargo, en condiciones de enfermedad mental o física, la terapia de sonido es un complemento a las terapias habituales, que ayudará a aliviar el sufrimiento psicológico y físico, pero en ningún caso debe considerarse como terapia única.

Sonoterapia a lo largo de la Historia

La Sonoterapia es tan antigua como el propio mundo. Los sonidos nos acompañan desde nuestro nacimiento o incluso antes, desde los gritos, los cantos o los gemidos de la concepción de nuestra primera célula, hasta la fusión del espermatozoide y el óvulo de nuestros padres.

No es sorprendente observar cómo la práctica del sonido, en su sentido más amplio, nos acompaña a lo largo de nuestra vida en los numerosos procesos espirituales. Los cantos tibetanos, el didgeridoo australiano, los tambores a la tierra de Kama (África), los pitagóricos rituales celtas, cátaros, tradición chamánica, nativos americanos, judíos, musulmanes, hindúes, islámicos, cristianos… es fácil encontrar un sonido constante.

En nuestro tiempo, cuando cada vez son más los neurólogos que destacan los beneficios de la meditación y la relajación por un lado, y del impacto sobre el cerebro y los circuitos neuronales  del sonido y sus vibraciones por otro, es posible, como nunca antes, vislumbrar las perspectivas sorprendentemente prometedoras que ofrece la combinación de estos dos caminos: la práctica de la meditación y la práctica de los sonidos. La sonoterapia es una especie de meditación sonora, como el sufismo nos enseña, por ejemplo, a través de Sama o la escucha mística.

El sonido está ahí para acompañar, apoyar, proteger, aliviar, inspirar e incluso curar. Desde tiempos inmemoriales, el sonido se ha utilizado en un contexto terapéutico, a través de la música, el canto y la percusión.

Porque sí, el sonido sana. Se usa hoy en medicina y es sólo el comienzo. La práctica médica está a punto de abandonar su visión en extremo mercantilista de la salud para dedicarse, finalmente, a la plena realización del juramento hipocrático: no hacer daño en primer lugar. Será entonces cuando la terapia por el sonido podrá alcanzar su máximo desarrollo y desplegar todo su potencial de salud y bienestar.

Sonoterapia y Ciencia: Sonología

La ciencia ha descubierto que la música acompaña y sostiene los procesos internos propios de la vida. Si Gabriel Popescu (MIT - Instituto de Tecnología de Massachusetts) pudo observar la vibración de las membranas celulares, Lakhovski ya lo predijo en 1925.

James K, Gimzewski (UCLA - Universidad de California en Los Ángeles), pudo escuchar el sonido de las células, otros escucharon el canto de las neuronas, que conversan en concierto, según informó Brian J. Ford en la revista New Scientist: “Los secretos de la inteligencia se encuentran en una sola célula”, 26 de abril de 2010.

Los descubrimientos realizados por el Dr. Jacques Benveniste (1935-2004) (INSERM - Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica) lo llevaron a ver que las moléculas de nuestro organismo podrían ser transceptores kilohercios. Y nada menos que el Premio Nobel de Fisiología o Medicina Luc Montagnier, hoy argumenta que Jacques Benveniste estaba trabajando en una buena dirección.

Durante muchos años, el Dr. Joël Sternheimer ha afirmado que los aminoácidos que componen las proteínas se corresponden con las notas musicales. Por lo tanto, puede fortalecer las funciones de las proteínas "escuchando" ciertas melodías a las plantas. Todavía es prematuro afirmar que los sonidos podrían proporcionar la energía necesaria para reparar el ADN, pero es una línea de investigación...

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