SOLTAR EL DESEO DE SER ESPECIAL Y EXPERIMENTAR LA ILUMINACIÓN
Del Libro de David Hoffmeister "Sosiega la Mente - De Regreso a Dios" (Unwind Your Mind - Back to God) - LIBRO II - Capítulo I
Traducido al castellano por Juan Illan Gómez.
Cristo Llama a todo el mundo a Despertar al Ágape, al Amor Eterno e Incondicional. El único obstáculo a este Despertar es el filtro del deseo de ser especial, que proyecta un mundo en el que algunas imágenes parecen ser más importantes y valiosas que otras. Esto es muy visible en lo que llamamos relaciones especiales, en las que se enaltece a algunas personas y se rebaja a otras. En cualquier situación en la que se aprecia el deseo de ser especial, Cristo permanece oculto a la conciencia. Cuando se reconoce a Cristo, se suelta para siempre el disparatado deseo de ser especial. El deseo de ser especial es otro nombre del ego. El deseo de ser especial, con su énfasis en las formas y su indiferencia en cuanto al contenido, oscurece la igualdad y la Unicidad en la conciencia. El Amor es contenido. El perdón, al ver todas las imágenes como igualmente falsas, es el gran igualador. Esta Perspectiva le abre la puerta al recuerdo de Dios. El deseo de ser especial es una creencia que tiene muchos conceptos como descendencia. La posesión es uno de los conceptos que descienden del deseo de ser especial, y las relaciones basadas en la posesión, sirven a su "amo". El tiempo, el espacio y los cuerpos son conceptos del deseo de ser especial, y el ego teje su propia imagen de la "realidad" a partir de los conceptos engendrados por el deseo de ser especial.
Se me ha pedido compartir algunas ideas sobre la transición desde el deseo de ser especial hasta la santidad, el cambio de la muerte a la vida, o de las quejas a la resurrección. Éste es el Despertar a la Vida Eterna por medio del perdón de las ilusiones. En términos sencillos, es estar Presente y Abierto a Lo Que Es. Hay tres aparentes etapas que preceden al Despertar, a la Abstracción Divina. Voy a compartir ideas sobre cada etapa.
La primera etapa es permitir que la oscuridad del deseo de ser especial retenido en la mente salga a la superficie y quede al descubierto. La segunda etapa es una etapa de desapego, en la cual el deseo de ser especial todavía persiste en la conciencia, pero la práctica de la Observación desapegada es una perspectiva muy consistente. La etapa final es, en realidad, nada más y nada menos que vivir en el Momento Presente. Es un sueño feliz de la conciencia que se abstiene de juzgar, en el que se reconoce siempre y sin excepción alguna la igualdad de la percepción. Yo llamo Iluminación a esta experiencia.
Para la mayoría, en términos de experiencia, la primera etapa es la más difícil y la que está más llena de desafíos. En la segunda etapa puede haber momentos y períodos de tiempo intensos, pero gracias al cada vez más efectivo entrenamiento mental y a una transferencia del aprendizaje consistente, estas experiencias intensas son cada vez más infrecuentes y pasajeras. En la etapa final, esas experiencias intensas han desaparecido para ser completamente sustituidas por el amor, la paz, la felicidad, la alegría, y la libertad.
Permitir que salga a la superficie el deseo de ser especial
Durante esta etapa, estando uno aún arraigado en las creencias inconscientes, la gente todavía parece ser gente y las cosas todavía parecen ser cosas. La mente cree que es un ser humano y que el mundo/el cosmos es exterior a la mente. También parece que el entorno de gente y cosas que se perciben alrededor es, a veces, hostil al perceptor. La mente que cree en el ego (en la separación de Dios), no se da cuenta de la cantidad de odio a sí misma a la que se está aferrando. Tampoco se da cuenta de los intentos continuos de proyectar esta creencia en el conflicto sobre el mundo "exterior", un mundo/cosmos que esencialmente no es nada más que una pantalla neutra con imágenes. Hoy día, sin embargo, las muchas pruebas de cómo funciona la conciencia, se están volviendo más evidentes. Por ejemplo, la física cuántica demuestra actualmente que la conciencia implica potenciales que son subjetivos y están conectados a elecciones: "ahí fuera" no hay ningún mundo objetivo separado de la conciencia.
Los profundos y a menudo inconscientes sentimientos de falta de valía, carencia y culpabilidad, conducen a la mente a buscar el amor, el significado y lo valioso en las imágenes del mundo que percibe. Se valora a ciertas personas, cosas, grupos, organizaciones, animales, países, etc., con unos patrones de preferencias subjetivas que no tienen nada que ver con la Verdad ni con la Eternidad. La necesidad que el ego tiene de formar parte de algo y sus sentimientos de carencia inherentes, lo conducen a buscar afiliaciones y asociaciones en la forma, que sólo ofrecen una sensación fugaz e ilusoria de conexión. La verdadera intimidad es de la mente y sólo se la experimenta por medio del Propósito compartido. El Propósito Unificado de la mente trae una percepción unificada del mundo: el sueño feliz y libre de juicios que es la meta de toda práctica espiritual auténtica.
Observación desapegada
El Espíritu ofrece la Observación desapegada como alternativa a la perspectiva personal del ego, aunque no se puede aceptar esta sustitución mientras la mente aún valore la perspectiva personal. El Amor no espera en el tiempo, sino que espera a ser bienvenido. Con la disposición a desenmascarar y soltar el sistema de creencias del ego que oculta la Luz, parece que el Observador se vuelve cada vez más obvio. Al ver la forma como un efecto irreal de una causa irreal (el ego), se evidencia la irrealidad de las falsas asociaciones causa-efecto. Los milagros muestran el poder de la mente, restableciendo la conciencia de la mente como el mecanismo de toma de decisiones, soltando así el falso concepto del cuerpo como tomador de decisiones. Esto libera a la mente por medio del perdón, que sencillamente es ver que lo falso es falso. Conforme se experimenta el perdón de manera consistente, la mente se alinea con la Perspectiva del Espíritu Santo o con la Perspectiva del Observador de la que habla la física cuántica.
A menudo hablo de las ideas de "nada de complacer a la gente" y "nada de pensamientos privados". Lo que esto significa en esencia es que cuando la mente reconoce que el mundo es un mundo de ideas y que nada se puede mantener oculto ni privado ante la percepción completa y unificada, no hay literalmente gente a la que complacer. No es que uno debiera no tener secretos ni pensamientos privados, es darse cuenta de que la mente está íntegra y no se la puede partir ni dividir entre lo conocido y lo desconocido. Cuando asoman a la superficie de la conciencia las emociones dolorosas, existe otro contexto en el que lidiar con ellas, distinto al de echarle la culpa a la gente del mundo. El contexto sanador de la mente y la Perspectiva perdonada del Espíritu Santo, traen alivio de la culpabilidad inducida por la perspectiva personal del ego. Con la Guía del Espíritu Santo la mente se da cuenta de que no es "la que hace" y por lo tanto, nunca ha "hecho" nada, ni bueno ni malo. Desde esta conciencia, la culpabilidad, el miedo y la ira son por siempre imposibles, y, por lo tanto, desaparecen de la conciencia.
Iluminación
No estás a merced de los conceptos e imágenes del mundo. Antes de Despertar del sueño del mundo, tendrás un sueño feliz. Verás que eres el soñador del sueño. Eres inmenso y tienes dominio sobre las imágenes.
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