ROMPER CON LO VIEJO CUANDO YA NO SIRVE
Anna Horno
Me he pasado media vida intentando despejar la incógnita de la felicidad; pretendiendo encontrar el modo de alcanzar mis sueños, o mejor dicho, de que ellos me alcanzasen a mí, y en mi interior, una profunda sensación de aburrimiento y estancamiento impregnándolo todo y en todas partes; con el doloroso sentimiento de la falta de propósito y significado...
Durante mucho tiempo viví en la escasez, sintiéndome la víctima al capricho de algún otro; otorgando todo el poder sobre mí a cualquier cosa o persona que no fuese yo misma; cediendo en mis deseos, abandonándolos poco a poco; viendo pasar las oportunidades de largo; observando la riqueza posarse en alguna otra parte; viviendo desde la perspectiva de que ese era mi destino, inmutable y cruel...
Hace ahora algún tiempo, en contra de toda recomendación, decidí abandonar toda mi vida de entonces... trabajo, casa, relaciones, proyectos... mi propósito era firme, cansada ya de dificultades; de aquella rutina que me estaba aplastando; de una vida de pura supervivencia que no conducía a ninguna parte...
No sabía cómo, ni en qué momento las cosas iban a cambiar para mí, pero tenía la firme decisión de que ESTA VEZ, IBA A CONSEGUIR CAMBIARLAS, HACER QUE MI REALIDAD FUESE TAL Y COMO YO DESEABA QUE FUESE.
Será cierto que necesitamos recorrer el camino más duro, para llegar al punto en que exhaustos y tristes, gritamos ¡¡¡basta, basta, basta!!!... ¡¡¡esto no es lo que yo quiero para mí, nada tiene que ver con mis expectativas!!!... parece que únicamente en esos momentos, somos capaces de despertamos a la posibilidad de una realidad diferente.
Hoy comprendo que la vida no es infelicidad, a menos que yo la decida. Hoy comprendo que la vida está destinada a ser abundante en todos los sentidos; la vida es sorpresa a cada paso, porque así quiero que sea; la vida es emoción, es alegría, es plenitud, es entrega, y un estado permanente de agradecimiento ante mi potencial infinito... si soy capaz de soñar, es que he creado en mi mente, y si puedo crear en mi mente, puedo hacer que se manifieste para mi experiencia...
Me doy cuenta de que todos nosotros, seres humanos de cualquier parte del mundo, anhelamos y perseguimos las mismas cosas... tener dinero abundante; o un cuerpo saludable; o un trabajo mejor, o nuestra pareja ideal... La única diferencia entre los que viven como quieren, y quienes viven al mínimo de sus posibilidades, es la actitud interna, la aplicación consciente o inconsciente de una Verdad que yace oculta en todas partes...
Nuestros sueños no realizados, son pensamientos estancados, suspendidos por encima de nuestras cabezas, revoloteando alrededor. Nos persiguen y nos impiden el descanso en tanto no se manifiestan, pues su destino es realizarse para nosotros, ¿con qué propósito sino iban a existir? Son estos mismos sueños, los que nos permiten entrever quienes podríamos ser, y ponen en evidencia el insignificante papel que hemos decidido desempeñar en el teatro de la vida, quizá por miedo, quizá por comodidad, pero muy probablemente, porque jamás nadie nos advirtió que podíamos ser, hacer y tener cuanto existe a nuestro alrededor y despierta nuestro interés...
En Hinduismo se dice que mientras no estamos libres de deseos, no estamos listos para volver a Casa, de modo que realizar nuestros sueños, no puede ser algo simplemente echado al azar, o sometido al “capricho Divino”. En cualquier momento podemos cambiar el rumbo de nuestras vidas, y hacernos con el control de nuestras experiencias... no lo retrasemos más, hagamos y pensemos de modo diferente, para que nuestra realidad, al fin, pueda ser diferente...
El propósito de la vida en todas partes, es uno solo... alcanzar el punto más alto de talento y desarrollo, y esto, no es posible salvo que tengamos acceso a un número ilimitado de experiencias, y una cantidad infinita de objetos a nuestra disposición, y para ello, se precisa dinero, y también un cuerpo saludable...
Nacimos en el olvido, y en él nos hemos mantenido, pero no por ello estamos condenados a permanecer ignorantes para toda la eternidad. Podemos rescatar de nuestra memoria el conocimiento profundo de Lo que en Verdad Somos, y desde ese conocimiento, marcar una nueva ruta que se corresponda con nuestros anhelos.
Si mi hija tuviese que nacer hoy, le diría... “bienvenida a este Planeta, cariño. Vienes a trascender tus deseos a través de tu experiencia, deseos que sólo tu conoces. Dispones de todo el potencial para lograr tus propósitos, y yo siempre te animaré a caminar por esa senda... sigue tus impulsos, y se te abrirán puertas donde antes sólo hubo muros. Cuando te sientas perdida, recuerda que estás conectada al Padre, y que jamás podrás separarte de Él. Recuerda que Él te ama profundamente, y lo dispuso todo de tal manera, que no tienes porqué experimentar la escasez si no la deseas. Tu vida puede ser de puro gozo y de total realización, sólo tienes que pedir... cuentas con un proveedor generoso, abundante y todopoderoso, llamado Universo”...
Cuando pensamos en las cosas que deseamos, siempre decimos “cuando lo consiga, seré feliz, entonces podré disfrutar de la vida”... siempre estamos postergando nuestro bienestar, siempre situándolo en algún lugar del futuro, lejano e incierto... constantemente otorgando todo el poder sobre nuestra felicidad a las circunstancias externas, sin comprender que éstas, son el reflejo fiel de nuestra actitud interna...
El futuro, depende del presente, será el resultado de las condiciones de nuestro mundo interior actual, así que pregúntate sinceramente, ¿a qué estoy esperando para comenzar mi particular proceso de crear mi realidad tal y como siempre la he soñado?, ¿por qué no comenzar hoy mismo, ahora mismo?...
No podemos cambiar nuestro pasado, aunque nos disguste, tampoco sería correcto, pues tuvo su razón de ser... ¿no ves que aprendimos de él?... todas y cada una de nuestras experiencias, nos permitieron definir nuestras preferencias, y en base a ellas, hoy podemos diseñar nuestro mañana.
El presente es fundamental en el proceso de creación, pues a partir de este precioso instante en el que ahora nos encontramos, es como logramos el futuro que deseamos... diseñándolo, dándole forma en nuestra mente a través de nuestros pensamientos, con las emociones adecuadas...
Os recomiendo, desde ahora mismo, una actitud interna de disposición a recibir, de gozo, de confianza y relajada espera, y ante todo, de gratitud por lo que hoy somos, por lo que ya tenemos, sin olvidar quiénes queremos llegar a ser, y qué deseamos llegar a tener. Es así como se originan los “milagros”, es así como podéis conseguir cuanto deseáis, no importa cuán grande o difícil pueda pareceros...
Este Universo, se rige por el principio de la “inclusión”, la exclusión no existe. Inclusión, significa añadir algo a nuestra experiencia, y lo hacemos por medio de aquello sobre lo que depositamos nuestra atención, ya sea que nos guste, o no; que sea algo deseable, o algo que no deseamos...
TE GUSTARÁ VISITAR...