¿POR QUÉ ESTUDIAR EL CURSO?
Por Anna Horno
Si has llegado hasta esta página, es más que probable que tu búsqueda espiritual se haya convertido en tu único, o por lo menos, principal objetivo. Esta es la única razón que precisas.
Deseo compartir contigo algunas experiencias y conclusiones que me han conducido hasta UCDM, y con ello, a la práctica del perdón tal como el Curso lo enseña.
Desde que recuerdo, siempre me ha acompañado un profundo y poderoso sentimiento de culpa, un sentimiento de no merecer lo bueno, y de ahí la justificación para todos mis problemas (que yo percibía como la manera de expiar todas mis “malas acciones”), y también la justificación para mi ira y mi insatisfacción… creo que esta fue la causa que de un modo, al principio inconsciente, me impulsó a dedicarme desde una corta edad, a la búsqueda de la verdad, a encontrar la manera de que mi mente y mi corazón alcanzasen la paz y la armonía.
He leído cientos de libros sobre budismo, hinduismo, taoísmo, sufismo, cultura y tradición celta e indígena, astrología, la ley de atracción… en todos ellos encontré magníficos discursos, repletos de hermosas teorías que me regalaron los oídos, pero jamás, en todos estos años, ni uno solo de ellos, me indicó el modo en que debía recorrer el camino que me conduciría de vuelta a la paz que tanto anhelaba y añoraba.
He practicado técnicas como el E.F.T. (tapping), mensajes subliminales, afirmaciones y visualización positivas, en un intento de sanar mi pasado y modificar pensamientos. He procurado, tal como predican las enseñanzas “nueva era”, permanecer en el aquí y ahora, sin saber muy bien en qué consistía exactamente y cómo conseguirlo. He consultado y estudiado Astrología y Tarot, creyendo que si seguía sus indicaciones, lograría alcanzar mi objetivo. Y después de muchos años, me di cuenta de que algo no estaba funcionando. Mis problemas seguían siendo los mismos de siempre, mi aparente vida se movía en círculos, y cuando creía haber dado un paso hacia adelante, aparecía el siguiente problema, adoptando una forma distinta, pero que de nuevo cumplía con el propósito de mantenerme estancada, ocupada en el mundo de ahí fuera.
Comprendí que yo seguía siendo la misma, que nada había cambiado en mi interior, y de un modo intuitivo, percibí la conexión que existe entre causa y efecto, o lo que es lo mismo, lo íntimamente que está relacionado el mundo, tal como yo lo experimento (efecto), con lo que yo misma creo ser (causa). Comencé a sospechar que quizás lo que debía ser sanado, se encontraba en un “lugar” al que yo no tenía acceso sin la ayuda del guía adecuado, y que por ello, todos mis esfuerzos habían resultado inútiles.
Fue entonces cuando llegó hasta mí un maravilloso libro titulado “La Desaparición del Universo”, su autor es Gary R. Renard. Por primera vez alguien me mostraba un camino a través de la teoría, pero acompañada y reforzada con la práctica que proponía.
Este libro, ha sido para mí el prólogo de “Un Curso de Milagros”, la introducción, en un lenguaje claro y directo, a la lógica y dinámica de pensamiento del Curso.
Seguramente no te resultará extraña la idea de que eres paz, amor y dicha, pero a menos que se te señale el camino que te devolverá a ese estado natural del que te has disociado, de nada te va a servir el conocimiento intelectual, puesto que la realidad, para que sea real para tí, debe ser experimentada al nivel de la mente, que no al nivel de la forma (cuerpo-cerebro).
UCDM apunta hacia la irrealidad de todo lo que percibimos a través de nuestro cuerpo, puesto que el cuerpo, fue creado con el único propósito de no ser capaz de percibir la verdad, sino de ser un testigo de esa loca idea de separación a la que llamamos ego. De manera que el cuerpo, lejos de hablarnos de nuestra verdadera identidad, mantiene a nuestra mente atrapada dentro del sueño, mediante su identificación con éste.
El único modo de salir del sueño, o “despertar”, es mediante la práctica sistemática del perdón avanzado que el Curso postula, lo que, dentro del contexto del propio Curso, significa iniciar el proceso de deshacimiento del ego.
El perdón, consiste en el reconocimiento de que lo que percibes no es verdad, y no siendo real, no hay nada que perdonar. De este modo, vamos retirando la culpa inconsciente, recordándole a nuestra mente que SOMOS INOCENTES, que el pecado no es posible. Si no hay pecado, no hay culpa. Sin culpa, no hay castigo. Sin la necesidad de castigo, donde antes percibías un problema, ahora sólo experimentas un estado permanente de paz y dicha. Un Curso de Milagros te conducirá a este estado mediante el entrenamiento mental. Te enseñará a escoger de nuevo, a dejar de percibir tal como percibes ahora, y a interpretar cualquier situación que parezca apartarte de la paz, como lo único que es: una valiosísima oportunidad de perdón.
Analizando ahora, desde la perspectiva del Curso, me es fácil reconocer y comprender los problemas tal como son.
Si hay algo que el ego nos asegura, son problemas en lo que aparenta ser el mundo de ahí fuera. Y mientras nuestros esfuerzos estén canalizados y orientados a dar con la solución, buscándola donde ésta no se encuentra, el ego y todo su mundo tiene garantizada la supervivencia, y así, los “problemas” seguirán percibiéndose como tales, y por tanto, otorgándoles realidad.
Las respuestas, las soluciones, debemos buscarlas en nuestro interior, pues lo de ahí fuera, el mundo exterior, no es más que el reflejo de nuestra condición interna.
Si como yo, has sido de los que durante años has intentado dar respuesta a los “misterios” de este mundo, dando realidad a este mundo y a todo lo que contiene, no has hecho más que reforzar la falsa idea del ego de que eres culpable, y de que este mundo es el único lugar en el que puedes escapar del castigo que Dios tiene reservado para ti por haberte separado de Él, y por haberle arrebatado Su poder.
La buena noticia es que eres el santo Hijo de Dios, tan inocente e impecable como Él, y lo que sucede en el sueño, no puede tener consecuencias en el mundo real, que es tu identidad inmortal… no importa lo que parezca suceder, no es más que un sueño. Un Curso de Milagros te ayuda a despertar de él de un modo que sea aceptable para tu mente, lenta y suavemente…
Desde mi experiencia personal con Un Curso de Milagros, puedo afirmar que cuando comprendes y aceptas que este mundo no es real, sino el resultado de un pensamiento loco o equivocado, los problemas carecen de valor y pierden toda capacidad de mantenerte alejado de tu estado natural de paz y dicha absolutos. El único poder que tus pensamientos-experiencias tienen sobre ti, es el de la creencia en ellos que tú abrigas… las ideas no abandonan su fuente, pero la fuente (la mente), puede decidir cambiarlas… UCDM te enseña cómo hacerlo…
La parábola del hijo pródigo:
“Había un hombre que tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde”. Y él repartió su herencia entre ellos. Pocos días después, el hijo menor tomó todo lo que le pertenecía y emprendió un viaje a un país lejano, y allí malgastó sus propiedades viviendo como un libertino. Y cuando lo había gastado todo, una gran hambruna asoló aquella tierra, y él empezó a pasar necesidad.
De modo que se unió a uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos. Deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba.
Y entrando en sí mismo, dijo: “¡cuantos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia mientras que yo aquí me muero de hambre!”. Me levantaré, iré a mi padre y le diré: “Padre, he pecado contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros”. Y levantándose, fue hacia su padre.
Estando él todavía lejos, lo vio su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente. El hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y ante ti, ya no merezco ser llamado hijo tuyo”. Pero el padre dijo a sus siervos: “Traed aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies. Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado”.
Y comenzaron la fiesta…”
Eres un pensamiento de Amor en la mente de tu Padre. En Él estás a salvo y en tu Hogar. Descansa en Dios…
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