MÁS ALLÁ DE LA DIVISIÓN SUJETO/OBJETO
Del Libro de David Hoffmeister "Unwind Your Mind - Back to God" - LIBRO 3, Capítulo II
Traducido al castellano por Juan Illan Gómez.
Cuando tienes la mente absorta en el santo propósito de sanar al Hijo de Dios, entonces sabes para qué es el mundo. Esto es contenido. Centrarse exclusivamente en el contenido (el Espíritu Santo) es darle al mundo un propósito unificado. La felicidad y la alegría verdaderas sólo se pueden encontrar viendo más allá de los propósitos separados del ego, que están basados en la forma.
El mundo de la forma y las cosas concretas se fabricó como un ataque contra Dios, como un escondite para la mente aterrorizada de lo que creyó que eran las repercusiones de separarse de Dios. La mente es adicta a la forma, porque la forma es una defensa contra la verdad. La mente que cree que se separó de Dios tiene terror a la verdad–se ha vuelto totalmente dependiente de la forma para sobrevivir porque cree que la fuente de su vida está dentro del mundo de la forma.
Percibir las cosas concretas y tratar con ellas como si fueran unidades completas, en y por sí mismas, es cerrar la mente a la sanación. La mente que se ha centrado en la forma está dormida. Ha olvidado la completitud, la comunión, la Unicidad; se ha olvidado de Dios. El camino de vuelta a este recuerdo pasa por sanar la percepción distorsionada. Se proporciona un propósito unificado, que se ha de transferir y aplicar a cada aspecto de la mente, a cada experiencia, para que vuelva a estar centrada en el contenido. El contenido ve dos categorías: amor y petición de amor. Cada momento es una oportunidad de unirse en el instante santo, en el que no hay pasado, ni cuerpos, ni mundo.
Centrarse en la forma es adorar ídolos. Decidir sobre metas y resultados en la forma, es dejar de comprender lo que es el propósito.
La mente está siempre eligiendo. Toma decisiones a cada momento centrándose en la forma o en el contenido. El ego utiliza la forma–el cuerpo, el mundo y todas las formas de comunicación–para la soberbia, el placer y el ataque. Se construye un concepto del yo usando la forma, el concepto del yo se usa para competir con lo que se percibe como los conceptos del yo de los demás; la defensa y el ataque se convierten en importantes distracciones. Cualquier guerra, desde las guerras mundiales y los genocidios, hasta las discusiones sobre quién fregará los platos esta noche, brota de centrarse en la forma. Sólo se pueden experimentar disgustos y ataques cuando se ve a un hermano como un cuerpo. Sólo se puede llegar a considerar siquiera la necesidad de defenderse cuando se ve como causativo al mundo de la forma.
Centrarse en la forma es juzgar. La forma es el pasado; la forma es una ilusión del pasado. La mente que reacciona a cualquier cosa de este mundo, incluidas las interacciones con hermanos, está reaccionando al pasado, a asociaciones que se mantienen en la mente. En este mundo siempre se juzga sobre el éxito y el fracaso a partir de los resultados en la forma: ¿Permaneció unida la pareja? ¿Se terminó el trabajo? ¿Te contrataron o te despidieron? ¿Lo celebraremos o nos compadeceremos?
El contenido ve lo mismo en todas las cosas. El contenido ve a todos los hermanos como uno. El contenido ve cada momento como una oportunidad de perdonar, liberar el pasado, ofrecer un recordatorio de la inocencia y recordar que todas las cosas–pasadas, presentes y por venir–están suavemente planeadas por Quien sabe cuál es el mejor resultado para todos los implicados. Cuando se ve que todas las cosas operan conjuntamente para el bien, la mente puede reposar. Cuando la mente reposa, el amor retorna a la consciencia.
Hace falta mucha buena disposición y mucha confianza para empezar a apartarse del sistema de creencias de ego, tan profundamente arraigado y tan completamente al revés. Cada creencia ha de soltarse de la mente y ser vista como algo que tiene una causa irreal. Dios es Causa. Dios es la Fuente de la vida.
Trabajaré con tus creencias momento a momento, llevándote paso a paso mientras desenredas tu mente de los muchos falsos conceptos que crees que te mantienen seguro y te hacen feliz. Sólo la liberación de estas creencias falsas puede traerte verdadera felicidad y paz duradera. Del Libro de David Hoffmeister "Sosiega la Mente - De Regreso a Dios" (Unwind Your Mind - Back to God) - LIBRO III - Capítulo II
Traducido al castellano por Juan Illan Gómez.
David: Hoy vamos a recorrer la sección El soñador del sueño.
Sufrir es poner énfasis en todo lo que el mundo ha hecho para hacerte daño. En esto puede verse claramente la versión descabellada que el mundo tiene de la salvación. Al igual que en un sueño de castigo en el que el soñador no es consciente de lo que provocó el ataque contra él, éste se ve a sí mismo atacado injustamente, y por algo que no es él. T-27.VII.1
La última frase resalta dos ideas centrales: "atacado injustamente" y "por algo que no es él". Atacado injustamente, ya sabes: ¡No es justo! Y la idea de "algo que no es él" pone sobre el tapete la división sujeto/objeto. Ese "algo que no es él" puede ser otra persona a la que identifica como persona o puede ser un perro, alguien puede percibir que lo ataca un huracán o un tornado, pero siempre es algo "que no es él". Debajo de todas esas cosas, que parecen ser muy variadas en la forma, aún está la división sujeto/objeto: hay algo que ataca y algo que está siendo atacado.
Si vamos un poco más profundo vemos que el sujeto es la identificación con el cuerpo, o la persona. También puede parecer que un cuerpo, o una persona, se hace cosas a sí mismo, como en la afirmación: Sigo vapuleándome a mí mismo con ese asunto. Naturalmente este no es el ser real, es sólo una imagen. Incluso en el caso las heridas auto-infligidas, el asunto aún se presenta como si el ser fuese una imagen en el tiempo lineal. Parece que alguien que se corta su propio brazo con un cuchillo se está causando una lesión auto-infligida, pero eso no es el Ser, es una imagen. Es sólo el pasado. Es una imagen igual que la de un intruso que entra en la casa y asesta una herida que parece ser diferente de una herida auto-infligida. En ambos casos parece que hay cuerpos dañando a otros cuerpos, o incluso parece que hay cuerpos que se dañan a sí mismos. Pero todo son proyecciones. Todo son sólo imágenes que parecen estar infligiendo daño a otro ser aparente o a sí mismas.
Una premisa básica del Curso es que la Mente no puede atacar. Por eso la mente es inocente, porque no puede atacar. La mente errada forma parte de un montaje en el cual cree que ha abandonado su realidad abstracta y ha tomado forma. Puede parecer que los cuerpos atacan. La ilusión del ataque parece ocurrir en la forma.
Participante: Y hay una sensación de eso en expresiones como: Estoy en guerra conmigo mismo,y otras ideas corrientes que aluden a que en mí hay dos partes. Incluso la expresión "una parte de mí siente que…" es una alusión a partes en desacuerdo.
David: Tanto si es una lesión auto-infligida como si tengo una guerra en mi mente ahora mismo, son declaraciones de la mente errada. ¿Qué mente está en guerra consigo misma? Hay que tener cuidado incluso cuando se habla de guerra y de partes diferentes. Repito, la mente recta y la mente errada no están en guerra porque la mente recta no responde. Se podría decir que la mente errada ataca, o incluso mejor que la mente errada es sólo un sistema de creencias en el ataque. No es que sea una entidad, es la ilusión del ataque. Las imágenes que parecen estar en guerra siempre son los diferentes segmentos, o aspectos, de una ilusión. Un corredor, por ejemplo, podría decir: En realidad yo no compito con ningún otro, compito conmigo mismo. Aún hay dos imágenes. La mente se aferra a un crono ideal para correr una milla, tal vez un récord que se estableció en el pasado. Ahora cree que es una imagen separada de eso y va a intentar superar ese crono. Cada vez que hablamos de competición o de ataque contra el ser, aún hay imágenes implicadas.
Participante: Cuando alguien se inflige una herida a sí mismo, ¿dónde están las imágenes?
David: Se podría decir que son la mano que sujeta el cuchillo y el brazo que recibe los cortes.
Participante: Lo que te estoy oyendo decir es que sólo es una exhibición de la dualidad que es la mente errada. No hacen falta dos de nada, ni dos cuerpos, ni un atacante y un atacado, ni una víctima y un victimario. Es la dualidad en la mente, ni siquiera la dualidad física de un sujeto y un objeto.
David: Se proyecta así. Aunque digas lesión auto-infligida, hay una mano que sostiene un cuchillo y un brazo herido. Incluso en ese ejemplo aún se puede ver la dualidad que se percibe en el mundo. Se podría decir que sólo hay una persona, un cuerpo, pero, por así decirlo, está el que sostiene el cuchillo y está el que recibe el golpe. La mente engañada no quiere ver que se está aferrando a un sistema de creencias falso, así que proyecta la división en el mundo y ve dualidad, una descomposición en todos esos trozos de lo que es Uno. De ahí es de donde vienen todos los extremos de las polaridades: caliente/frío, rápido/lento, macho/hembra, alto/bajo y así sucesivamente: brazo derecho/brazo izquierdo, brazo derecho con cuchillo/brazo izquierdo sin cuchillo: se puede descomponer de cualquier manera que se quiera. La clave es empezar a ver que no hay ninguna dualidad en el mundo. El mundo es sólo una pantalla.
La clave es aprender a discernir lo que es lo mismo y lo que es diferente. ¿Qué es lo mismo? Todas las imágenes, todo lo que hay en la pantalla es lo mismo. ¿Qué es diferente? La mente recta y la mente errada son diferentes, son dos propósitos diferentes de la mente. No son similares en absoluto. Uno es el reflejo de la realidad y el otro es inexistente. ¡Eso es ser diferentes! Son diferentes en todos los sentidos. De manera que seguimos teniendo que volver a la comprensión y el reconocimiento claros de lo que es lo mismo y lo que es diferente. Todo aparente disgusto implica que hay ambigüedad sobre esta distinción. Para que las cosas concretas parezcan importantes, hay que creer que son diferentes unas de otras, se trate de si un tarro de galletas está lleno o vacío, o de si una alfombra está o no limpia. Se podría seguir y seguir con ejemplos. La suposición de que hay aspectos de este mundo que son diferentes de otros aspectos, y que algunos pueden ser mejores que otros, subyace a todas las dificultades aparentes que surgen.
Todo el interés de todo esto es llegar a la consciencia de que las imágenes son imágenes y nada más que imágenes. Las ilusiones son una. No hay ninguna causación en el mundo. ¡Eso es un descanso! ¿Qué tendrías que hacer? ¿Qué conflicto podrías sentir si te dieses cuenta de que no hay ninguna dualidad en el mundo, de que no hay ninguna jerarquía de imágenes? Los milagros serían universales. No habría grados de dificultad de los milagros. Tendrías entre manos el último milagro y el primero: ¡la Expiación!
Para comprender como se utilizan los milagros, se puede pensar en la Expiación como en una sarta de cuentas. La primera y la última cuenta son lo mismo: la Expiación. Los milagros son todas las cuentas que hay entre ellas, y ayudan a colapsar la sarta (en la mente que aún cree en el tiempo lineal), hasta que la primera cuenta y la última se junten para ser vistas como una y la misma. La razón de que el Curso sea Un curso de milagros, y entrene a la mente en la mentalidad orientada al milagro,es que la mente cree en el tiempo lineal. Los milagros son como una metáfora que representa a todas esas cuentas entre el primer y el último milagro. Es lo mismo con los encuentros santos:
Cuando te encuentras con alguien, recuerda que se trata de un encuentro santo. Tal como lo consideres a él, así te considerarás a ti mismo. Tal como lo trates, así te tratarás a ti mismo. Tal como pienses de él, así pensarás de ti mismo. T-8.III.4
Sólo hay un milagro, la Expiación. Sólo hay un encuentro santo. Sólo hay un instante santo. Se trata de transcender las metáforas y llegar al estado mental que ve todos los trampolines tal como son, sólo trampolines. ¡Sólo hay una relación santa! No siempre se describe así en Un curso de milagros, porque en el camino hay peldaños. Hay muchas afirmaciones como: "Dos mentes con un solo empeño se vuelven tan fuertes que lo que disponen se convierte en la Voluntad de Dios" Ej-185.3, pero cuando cambiamos al contexto de una mente, una solución, estamos en el instante que se puede recibir AHORA, la Expiación. Todo tiene que colapsarse en ese instante. De eso trata la salvación inmediata. "Causa y efecto son una sola cosa", "Las ideas no abandonan su fuente", "El tiempo es simultáneo". Hay muchas maneras diferentes de decir lo mismo.
Me gustaría volver a esa frase:
Al igual que en un sueño de castigo en el que el soñador no es consciente de lo que provocó el ataque contra él, éste se ve a sí mismo atacado injustamente, y por algo que no es él. Él es la víctima de ese "algo", una cosa externa a él, por la que no tiene por qué sentirse responsable en absoluto. Él debe ser inocente porque no sabe lo que hace, sino sólo lo que le hacen a él. Su ataque contra sí mismo, no obstante, aún es evidente, pues es él quien sufre. Y no puede escapar porque ve la causa de su sufrimiento fuera de sí mismo. T-27.VII.1
Una importante versión de esto es la sensación de impotencia o de acusación, la creencia en que el mundo es la causa del sufrimiento de uno. Otra versión es la creencia en que el sistema de pensamiento del ego es tan poderoso como para dictar las decisiones y los actos de uno. Pero el ego no es una entidad que esté fuera de la mente. El Curso dice que te lo inventaste y pareces estar gobernado por él, parece que es el dictador de lo que piensas, dices y haces. Esto también necesita cuestionarse. ¿Qué escape hay en pensar que "el diablo te hizo hacerlo"? ¿Qué paz hay en eso? El Curso dice: "No proyectes este temor en el tiempo, pues el tiempo no es el enemigo que tú percibes". T-26.VIII.3
No proyectes el ego sobre nada ni sobre nadie y no lo proyectes en el tiempo. Ni siquiera pienses que te atan cadenas de las que serás liberado en cierto momento del futuro. Se podría pensar en eso como un trampolín útil, pensar que al menos habrá alguna liberación futura, pero incluso eso se ha de cuestionar. Eso todavía es proyectar la responsabilidad por el ego sobre el tiempo, sobre el futuro, como la idea de que el tiempo cura todas las heridas, o de que con el tiempo alcanzaré la iluminación.
Participante: Estás diciendo que en realidad es una negativa a decidirse a favor de la Expiación.
David: Sí. Todo es siempre una decisión en el presente. El ego es una decisión en el presente. Proyectarla al futuro es como intentar ocultarla en el tiempo lineal. El tiempo lineal es un montaje del ego al que te aferras ahora y que has de soltar ahora. Decir que la decisión a favor del ego es ahora es metafórico, en el sentido de que la mente engañada no sabe lo que es ahora.
Participante: La decisión a favor del ego es del pasado, no de ahora.
David: La creencia es lo que aún está presente. Es la creencia en que el pasado todavía está presente, que es otra manera de decir que la mente no sabe lo que es el presente. Ahí entra el no saber: No sé pero estoy abierto a que se me muestren las cosas, a que se me muestre el presente. Estoy dispuesto a desear el instante santo por encima de todo lo demás. Esa es la intención y el foco de lo que hacemos. Puede verse que hay muchas metáforas en eso. Cuando decimos que la paz o los disgustos son decisiones en el presente, todavía operamos desde la misma metáfora de que hay una mente recta y una mente errada, y que la mente puede vacilar y elegir entre una o la otra a cada instante. Hay que llegar al punto desde el que se ve que eso es sólo una metáfora. No se puede pasar el tiempo ahí. Hay que llegar a comprender que incluso la idea de mente recta y mente errada es una metáfora o un montaje. Tenemos que seguir repasándolo desde todos los diferentes ángulos para elevar a la consciencia toda la confusión de niveles y todo el pensar al revés. ¿De qué sirve decir "la verdad es todo lo que hay", si aún hay aspectos de la confusión de niveles que no se han puesto al descubierto? ¿Qué tiene uno entonces?
Participante: La negación.
David: Eso es lo que uno tiene. Por eso es imperativo ser muy exhaustivos y mirarlo todo. Cuando aún hay confusión de niveles en la mente no se tiene la experiencia de que la verdad es todo lo que hay. Si uno se agarra a aspectos de la persona o a obligaciones que aún tiene que cumplir en este mundo, todavía está viendo causación en la pantalla. Eso es la confusión de niveles. La mente es causativa. La pantalla no lo es. La pantalla no tiene ningún aspecto y no hay ninguna causación en la pantalla.
"La Verdad es verdadera, y sólo la Verdad es verdadera" es un eslogan frecuente que hemos oído cuando hemos viajado. Suena estupendo, pero luego, al discutir lo que parece ser la vida cotidiana, encontramos enseñanzas inconsistentes sobre todo tipo de cosas: sobre la frecuencia con que uno debe bañarse, sobre los alimentos que hay que comer y no comer para iluminarse, sobre la cantidad de ejercicio, sobre posturas de meditación y momentos apropiados para meditar. ¡Al revés, al revés, al revés! ¡Todo está al revés! La gente habla de entornos ideales para una comunidad, de puntos de energía, de vórtices, etcétera. ¡Espera un momento! ¿Qué es esto? Eso es negar que la Verdad es verdadera, y sólo la Verdad es verdadera.
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