MÁS ALLÁ DE LA CREENCIA EN SER VÍCTIMA

Del Libro de David Hoffmeister "Sosiega la Mente - De Regreso a Dios" (Unwind Your Mind - Back to God) - LIBRO II - Capítulo IV
Traducido al castellano por Juan Illan Gómez.

 

Si hay algo a lo que se pueda llamar "víctima", entonces no hay Dios. Sin embargo, puesto que Dios Es Real, lo Ama Todo, lo Conoce Todo y lo Puede Todo, la existencia de víctimas es imposible. ¿Qué podría ser la existencia de víctimas sino una ilusión, una percepción errónea? Las preguntas sobre el "mal" y los "horrores" del mundo son pseudo preguntas, porque no hacen sino preguntar y responder desde la suposición de que el error es real. La primera pregunta que pareció plantearse la hizo el ego: "¿Quién soy?" Y cada pregunta a lo largo de la historia no es sino una ilusoria duda sobre la Certeza de la Presencia "Yo Soy". Dios no es cuestionable. Cristo no es cuestionable. Síguele el rastro a la pregunta hasta el supuesto "preguntador". Ver la imposibilidad del "preguntador" es la Verdadera Libertad, pues la Identidad en Dios está más allá de las preguntas.

Buscarás y cuestionarás mientras parezca que las ilusiones persisten. Cuestiona lo que crees, lo que supones que es verdad. Cuestiona tus percepciones y tu deseo de cosas de este mundo. Cuestiona la fe que has depositado en el ego. Luego pregúntate si hay algo que perpetúa la culpabilidad, el miedo y el odio a lo que valga la pena aferrarse. El ego fabricó este mundo. En lugar de cuestionar los aparentes efectos del error –las personas, acontecimientos y circunstancias del mundo–, es bueno cuestionar el error subyacente de que la separación es posible. Para qué cuestionar los efectos cuando su "causa" es irreal y no tiene base alguna. Dios no creó al ego, de manera que no tiene Origen. Dios creó a Su Hijo como Espíritu, y así la Identidad Es Espíritu. Ningún sueño de miedo puede velar la Verdad de nuestro Ser Eterno.

¡Te amo porque así es el Amor a Uno Mismo! No puede ser difícil aceptar la Verdad. Las ilusiones son difíciles de mantener, pues no tienen nada en lo que apoyarse. ¡Observémoslas desaparecer como castillos de arena en la inmensa Marea del Océano!