IRRITABILIDAD

Del Libro de David Hoffmeister "Sosiega la Mente - De Regreso a Dios" (Unwind Your Mind - Back to God) - LIBRO II - Capítulo IV
Traducido al castellano por Juan Illan Gómez.

 

Conforme progresas en tu estudio y aplicación de UCDM, te darás cuenta cada vez mejor de que una punzada de irritación o frustración es lo mismo que el enfado intenso o la furia, dado que en relación con este mundo, sólo existen dos emociones. La amplia gama de emociones que parecen experimentarse en este mundo, o son variaciones del reflejo del Amor (alineamiento con Dios), o son variaciones del miedo (alineamiento con el ego).

La mentalidad errónea es experimentar la ilusión como si fuese real, y con independencia del grado y la dirección del error, la equivocación es la misma. Por eso no hay grados de dificultad en los milagros y no hay ninguna jerarquía de ilusiones. La mentalidad recta es la solución a la mentalidad errónea, con independencia de la forma que parezca tomar el error.

Si a veces surgen la irritabilidad o la frustración, lo mejor es tratarlas igual que a cualquier otra emoción, situación o pensamiento de disgusto. Utiliza tu lección del día del Libro de Ejercicios siguiendo las instrucciones de Jesús, y aplícala a lo que sea que sientas.

El objetivo de las lecciones es transferir el Principio Divino a toda situación, pensamiento o emoción que parezcas experimentar, para abrir paso a la Visión de Cristo. Cuando los ejercicios de entrenamiento mental en deshacer (aprender el perdón completo) se han transferido por completo a todo y a todos sin excepciones, se produce una transformación o conversión completa de la conciencia. Ésta es la meta de aprendizaje de UCDM, y requiere nada menos que desaprender todo lo que crees sobre ti mismo y sobre el mundo.

Felizmente estamos unidos en el mismo Propósito, y al final sólo podremos experimentar el Amor que somos Ahora mismo. La observación de la mente es continua y la vigilancia que nos pide el Espíritu Santo sigue siendo esencial hasta que aflore el darse cuenta de que el Amor no tiene ningún contrario. No ocultemos ningún pensamiento, creencia ni emoción de la Luz sanadora del Amor y confiemos en que el Espíritu Santo nos muestre el camino.