IDENTIFICAR Y ELIMINAR LOS OBSTÁCULOS A LA PAZ INTERIOR

Del Libro de David Hoffmeister "Sosiega la Mente - De Regreso a Dios" (Unwind Your Mind - Back to God) - LIBRO II - Capítulo IV
Traducido al castellano por Juan Illan Gómez.

 

Siempre me hace feliz escribir sobre la eliminación de los obstáculos a la experiencia/conciencia de la paz interior. Muchos buscadores y estudiantes sinceros se aferran a afirmaciones, metáforas y símbolos sólo porque existen horribles creencias inconscientes que permanecen ocultas y sin ser cuestionadas. Sin embargo, la experiencia consistente de paz interior viene sólo cuando no queda nada que se suponga que es real y verdadero. Si el darse cuenta de la falsedad se aplicase por igual a todo lo que hay en el cosmos, sin excepciones, no podría haber nada más que tranquilidad de espíritu. Sólo las excepciones traen la ilusión de conflicto, y se hace evidente que la Verdad no tiene excepciones.

Nuestra Mente es santa y sagrada, porque la Mente Divina es una creación de Dios. Nada es especial y ninguna cosa es sagrada, pues nada existe separado de la Totalidad e Integridad de Dios. El Amor es un Estado Mental que transciende la creencia en diferencias de cualquier tipo. El Amor es Identidad y se reconoce a Sí Mismo. El Amor es íntegro, completo y lo abarca todo. El Amor nunca se desvía. El Amor nunca cambia.

Los errores son suposiciones mentales sobre la naturaleza de la realidad. Son creencias en lo imposible e intentos de aportar pruebas de lo que es imposible. Los errores metafísicos intentan hacer que haya algo en la forma que sea causativo, pero ninguna forma es causativa y ninguna forma tiene existencia "individual". Las partes no hacen el todo, porque la integridad es real y la realidad no se puede descomponer en partes. Una vez que se capta el Principio Divino, hay que aplicarlo sin ninguna excepción para que Sea Él Mismo. Los errores de transferencia del aprendizaje son sólo intentos de hacer excepciones a la Verdad Absoluta, pero felizmente la Verdad no tiene excepciones.

La salvación no es un arreglo de ninguna clase, y el abstenerse de hacer juicios no transige. Se podría describir la salvación como dejar atrás el intento de vivir con dos sistemas de pensamiento que nunca podrán coexistir.

No hay nada que pueda llamarse confianza parcial, porque la confianza nunca es parcial. La confianza tiene que ser tan total y completa como lo es Aquel en quien se deposita la confianza, y la fe en el Espíritu Santo siempre es recompensada con tranquilidad de espíritu. Cuando te sientas tentado a creer que sabes algo sobre este mundo, recuerda que el mundo se hizo para ocultar el Amor de Dios. Luego suelta ese pensamiento concreto con una sonrisa en la boca, y relájate felizmente en la paz. La paz es natural para la mente que confía.