EL SIGNIFICADO DEL HUMOR
Publicado por la Foundation For a Course in Miracles, escrito por Kenneth Wapnick y traducido al castellano por Juan Illan Gómez.
Pregunta n° 1162: ¿Cuál es el significado del humor? ¿Tiene algo que ver con la alegría o no es más que una parte de la ilusión?
Respuesta: El humor es sólo parte de la ilusión, y como parte de la ilusión puede ser un tema complicado, que ha sido analizado y estudiado de manera extensa a lo largo de los años para determinar qué es lo que hace que algo sea gracioso o humorístico. Freud, en uno de sus primeros análisis del humor, teorizó que siempre implica liberación o reducción de la tensión. Desde el enfoque de Un Curso de Milagros, la culpabilidad es la única fuente de tensión, y así las cosas que liberan o reducen la culpa pueden experimentarse como graciosas o humorísticas. Pero al final, como con todas las cosas del mundo, el significado del humor depende de si sirve a un objetivo de la mente sana o a uno de la mente enferma.
Al servicio del ego el humor es un vehículo para el ataque, como se ve fácilmente en los intentos crueles de hacer reír a costa de los demás, en los cuales un individuo o grupo es el blanco del chiste, como en los chistes racistas, los chistes políticos, y el humor sobre la “guerra de los sexos”. El humor del ego puede ser cruel y despiadado, siempre a costa de alguien a quien se ve fuera de uno mismo o del grupo con el que uno se identifica, y así reforzando siempre la percepción de separaciones y diferencias. La motivación inconsciente que hay detrás del uso del humor por el ego es siempre ver la culpa fuera de uno mismo. Ampliando la tesis de Freud, la reducción de tensión en el humor del ego sería sólo una reducción de la culpabilidad experimentada al proyectarla en otro. Y el alivio de semejante entretenimiento sería sólo temporal, puesto que la culpabilidad subyacente no ha sido enfrentada y liberada en realidad.
El uso del humor por la mente sana, en contraste, o bien minimiza o bien se toma a la ligera las diferencias, y aunque a veces su forma pueda parecer similar al humor del ego, su contenido es amable y su objetivo es ayudarnos a no tomarnos a nosotros mismos tan en serio. Más bien que reír despectivamente de los demás, aprendemos a sonreírnos de nosotros mismos. Volviendo a la hipótesis de Freud sobre reducción/liberación de tensión, podría decirse que el humor de la mente sana implica una liberación de la culpabilidad, conforme nuestro interés en la separación se abandona en el momento de transcender las barreras y divisiones artificiales del ego. La risa que puede acompañar a este humor es ligera y alegre.
Jesús exhibe a través de todo el Curso ese sentido del humor de la mente sana, como en “El ‘héroe’ del sueño” (T.27.VIII), donde describe nuestra supuesta vida en el cuerpo, señalándonos las creencias tontas que tan en serio nos tomamos. Por ejemplo, hay pocos temas más serios y que generen más culpabilidad en la mayoría de nosotros que el dinero, pero Jesús lo menciona sencillamente como “discos de metal o tiras de papel que el mundo considera reales y de gran valor” (T.27.VIII.2:2). Y considera el sistema de ideas del ego y sus ramificaciones simplemente como “Una diminuta y alocada idea, de la que el Hijo de Dios olvidó reírse” y “motivo de risa” (T.27.VIII.6:2,5). Sus palabras no pretenden atacar nuestras creencias, sino sólo sugerir un enfoque con un corazón más ligero, que nos permita reconocer y luego mirar más allá de nuestra culpabilidad liberándola, por tanto, en lugar de, como nuestros egos querrían que hiciésemos, intentar colocarla fuera de nosotros mismos donde nunca sea realmente cuestionada.
El humor y la risa no tienen utilidad en el Cielo, pues su función para la mente sana es correctiva, esto es, sirven para aligerar y finalmente eliminar la carga de la culpabilidad que alocadamente hemos hecho real y tomado sobre nosotros, mientras seguimos demasiado temerosos de la alegría sin contrastes que es nuestra verdadera herencia. Como Jesús explica: “Así es como opera la salvación. Al tú hacerte a un lado, la luz que refulge en ti da un paso adelante y envuelve al mundo. No proclama que el castigo y la muerte vayan a ser el final del pecado. Éste desaparecerá entre jolgorios y risas, pues se reconocerá su extraña absurdidad. Es un pensamiento descabellado, un sueño tonto, ridículo quizá, pero no temible. Mas ¿quién pospondría un solo instante su acercamiento a Dios a cambio de un capricho tan absurdo?” (Lección 156.6). Y así: “El mundo acabará con alegría porque es un lugar triste. Cuando la alegría haya llegado, el propósito del mundo habrá terminado. El mundo acabará en paz porque es un campo de batalla. Cuando la paz haya llegado, ¿qué propósito podrá tener el mundo? El mundo acabará entre risas porque es un valle de lágrimas. ¿Quién puede seguir llorando allí donde hay risa? Y sólo el completo perdón da lugar a todo esto para bendecir el mundo. El mundo partirá en bendiciones, pues no acabará como comenzó.” (Manual.14.5:1,2,3,4,5,6,7,8,).
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