CHARLAS SOBRE UN CURSO DE MILAGROS (VII)
Por Anna Horno
Los pensamientos de miedo se pueden controlar
Recuerda tu objetivo, y recuerda hacia donde te has propuesto dirigir tu esfuerzo… más que cualquier otra cosa, QUIERES SER FELIZ, de hecho, sólo ansías SER FELIZ.
No vas a encontrar ninguna recompensa en la infelicidad, no vas a expiar tus “pecados imaginarios” con tu infelicidad, no eres mejor por ser infeliz, no puedes ayudar a nadie con tu infelicidad; no puedes dar felicidad si no eres felicidad, de modo que LA INFELICIDAD (INCLUSO BAJO LA FORMA DE LA ENFERMEDAD) NO TIENE NINGÚN PROPÓSITO ELEVADO O DIVINO. EL ÚNICO PROPÓSITO DE LA INFELICIDAD ES SUFRIR Y HACER SUFRIR, y eso no tiene nada que ver con lo que tú deseas… recuérdate esto tan a menudo como puedas.
No digas que no puedes, porque yo sé que SÍ QUE PUEDES. A mí no me vas a engañar, pero puedes continuar engañándote a ti mismo hasta que decidas otra cosa. Eres el santo y perfecto Hijo del Amor, nada te falta para ser total, nada para estar completo… sólo necesitas recordarlo. Y lo recordarás a medida que niegues lo que no es nada, lo que no es real ni jamás podrá serlo excepto en tu mente (en tu sueño), excepto para ti que lo aceptas como “tu verdad”.
El ego es un loco pensamiento, el pensamiento de que estás separado de tu fuente: el Amor. Para su supervivencia, esta loca idea necesita de tu creencia, cuando tú abandonas esa creencia, pues ciertamente jamás podrás estar separado del Amor, la idea en sí desaparece, pues ya no estás tú para apoyarla, o lo que es lo mismo, para otorgarle realidad (recuerda que la física cuántica ha demostrado que lo único que confiere realidad a lo observado, es el propio observador: el observador eres tú, lo observado son esos pensamientos que crees que son tú).
Sólo hay una elección posible, y siempre es entre el Amor y el miedo. Cuando tus pensamientos te generan miedo, ansiedad, tristeza…, estás pensando los pensamientos del ego (has caído en su trampa); cuando tus pensamientos te procuran paz, amor, felicidad…, estás en Dios, te reencuentras con tu verdadera identidad (espíritu).
Tus pensamientos son en este momento automáticos porque tú no te has decidido a tomar el mando, quizá por comodidad, quizá porque pensaste que no podías evitarlos. Pero lo cierto es que únicamente tu decisión de controlarlos es lo que te sacará del negro pozo en el que tan a menudo te encuentras.
Cada pensamiento que te lastime, reniega de él, renuncia a él, entrégaselo al Espíritu Santo, simplemente entrégaselos, TODOS, no te guardes ninguno. Dí mentalmente: “Entrego este pensamiento al Espíritu Santo”. No hace falta que creas de momento, sólo hazlo… es muy sutil, pero te libera, te quita un peso de encima: depositas una carga muy pesada en unos brazos mucho más fuertes que los tuyos… esto es lo que significa el acto de entregar. Y entrégalos tantas veces como sea necesario, hasta que el pensamiento desaparezca. Puedes pensar que vaya tontería, pero yo te prometo que funciona, algo sucede...
Sentirse bien es posible
Cuando estés en compañía de otras personas y no te sientas bien, vete, vete a un lugar en el que puedas estar tranquilo y relajado; no para continuar compadeciéndote por lo que te pasa, ni para convencerte de cuán real es lo que te pasa; tampoco para alimentar íntimamente esas fantasías que te atormentan. Vete para estirarte, cerrar los ojos y centrarte en tu respiración… cuando diriges tu atención hacia los compases de la respiración y te centras en contar las inhalaciones (de 1 a 10, y vuelta a empezar), ese diálogo absurdo desaparece poco a poco… en ese silencio afloras tú, en ese silencio emerge tu Ser con toda su belleza, en ese silencio experimentas la paz y el amor de Dios.
Cuando estés en tu trabajo, sé ese trabajo, no permitas que tu cuerpo vaya en una dirección y tus pensamientos estén en otra parte… no vivas fragmentado, sé unidad. Obsérvate y rectifica, haz marcha atrás y vuelve al punto de partida, vuelve al instante en el que cuerpo y mente son UNO… eso significa estar centrado: eres uno con lo que haces, estás completamente en lo que haces; eso te proporcionará integridad, te sentirás satisfecho, y de la satisfacción a la felicidad, hay un paso muy, muy pequeñito.
Las leyes del caos
No pretendas comprender lo que te pasa, te perderás en un intento que procede del ego. Limítate a observarlo, y libérate de toda esa basura mental que tanto daño te hace.
NO necesitas entender lo que te pasa (a eso nos tiene acostumbrados la psicología moderna), no es importante, lo único que necesitas es aprender a identificar a esa voz que constantemente te tortura con pensamientos atemorizantes: ESA VOZ ES LA VOZ DEL EGO INTENTANDO LLEVARTE A SU TERRENO. Esto es lo que dice el Curso:
Libro de Texto - Capítulo 23:II, "Las leyes del caos":
"Puedes llevar las leyes del caos ante la luz, pero nunca las podrás entender. Las leyes caóticas no tienen ningún significado y, por lo tanto, se encuentran fuera de la esfera de la razón. No obstante, aparentan ser un obstáculo para la razón y para la verdad. Contemplémoslas, pues, detenidamente, para que podamos ver más allá de ellas y entender lo que son, y no lo que quieren probar. Es esencial que se entienda cuál es el propósito porque su fin es crear caos y atacar la verdad. Éstas son las leyes que rigen el mundo que tú fabricaste. Sin embargo, no gobiernan nada ni necesitan violarse: necesitan simplemente contemplarse y trascenderse".
¿Un problema mental?
No te preocupes por “tu problema mental”, es el mismo problema mental que tengo yo, y que tenemos TODOS, por este motivo creemos estar aquí, pensando que podemos ser infelices, o caer enfermos, o faltos de recursos... Cuando dejamos de identificarnos con el cuerpo, cuando recordamos quienes somos, es cuando comenzamos verdaderamente a VIVIR, entonces desaparecen nuestros “problemas mentales”: cuando comenzamos a experimentar el amor en todo y en todas partes... en ese momento, ya no hay lugar para el miedo, ni para el dolor, ni para el sufrimiento.
Recuerda NO SENTIRTE CULPABLE, recuerda que está muy, muy bien que seas consciente de tus pensamientos… siéntete afortunado. Recuerda que cambiarlos, es el paso siguiente. Ya no te puedes detener, has iniciado la marcha, y ahora sólo puedes seguir caminando hacia adelante, pero en la dirección correcta. VAS A CAMINAR EN LA DIRECCIÓN CORRECTA, PORQUE ESE ES TU PROPÓSITO; TU META EL CIELO, LA PAZ, LA FELICIDAD, EL AMOR…
Tiempo y aprendizaje
A la inmensa mayoría nos encantaría poder despertar mañana mismo convertidos en aquello que verdaderamente somos. Si simplemente fuésemos capaces de aceptar la idea de que somos los santos Hijos de Dios, por siempre libres de pecado, nuestra “realidad” sería en este mismo instante, otra bien distinta.
Durante eones hemos renunciado y negado nuestra identidad. Iniciamos la carrera del absurdo, y ahora, inevitablemente debemos deshacer lo andado, si nuestro objetivo es encontrarnos con Dios.
El mundo está hecho de creencias. Unas creencias nos conducen al mundo de Dios, del ser eterno. Las otras, nos trajeron a donde creemos estar en este momento: el universo de las formas, donde es posible experimentar decadencia, pérdida y muerte.
Dado el tremendo esfuerzo que hicimos, que hacemos, por creer en lo que no es real, nosotros mismos nos situamos en la necesidad de un segundo esfuerzo, pero esta vez para dejar de otorgar realidad a la que no es real. Ese es el proceso que nos conducirá nuevamente al Cielo.
NO HAY UNA “CURA MÁGICA”, todo lo que es de valor, requiere de tu esfuerzo para ser alcanzado, recuerda que el tiempo, aunque ilusorio en la eternidad, es, en este mundo, el vehículo de aprendizaje.
Elegir entre el miedo y el amor
En vez de situarte mediante tus pensamientos en la línea del miedo, sitúate en la línea de los pensamientos amorosos: cada situación que se presenta, es una maravillosa oportunidad de perdón, una oportunidad que te acerca un paso a la meta. Ante cada cosa, siempre existen dos lecturas, la del ego y la del Espíritu, piensa qué lectura es la que verdaderamente te conviene desde el punto de vista de tu paz y tu felicidad.
Si te distancias de "tus miedos" y los analizas fríamente, siendo un mero observador, te vas a dar cuenta del absurdo, vas a comprender que en realidad NO HAY NADA QUE TEMER. ¿Qué pasa si te pones mal?, nada, no pasa nada, tendrás que encontrar el modo de estar bien. ¿Qué pasa si tu pareja se cansa de tí?, no pasa nada, tu vida seguirá y tú tendrás una maravillosa oportunidad para comprender que no necesitas nada que no proceda de tí. ¿Qué pasa si pierdes el trabajo? de nuevo, absolutamente nada, será una oportunidad para encontrar un trabajo mejor y no estancarte en lo conocido. ¿Qué pasa si vuelves a tener problemas de salud?: sólo pueden pasar dos cosas, y las dos son buenas: o te vencen, con lo cual te liberas de la carga de tu cuerpo, o los vences, en cuyo caso saldrás tremendamente fortalecido emocionalmente.
Tengo derecho a los milagros
Desde el punto de vista del Curso, un milagro no es magia ni encantamiento, es, simplemente, una expresión de Amor, y tú tienes derecho a ellas por razón de quien eres y de Quien Es Aquel que te regaló la vida, no lo que tú llamas vida en un cuerpo, sino la vida eterna.
Las relaciones de pareja
Desde siempre has anhelado tener una pareja, pero a pesar de que ya la tienes y creas sinceramente que es tu pareja ideal, probablemente sientas que no eres todo lo feliz que esperabas. Eso está muy bien. Es un hecho que simplemente pone de manifiesto que la felicidad no se encuentra en las relaciones de pareja.
Una relación de pareja plenamente satisfactoria, es sólo la consecuencia natural de que tú seas felicidad y de tu propia plenitud.
No te preocupes por si debes estar o no con tu pareja... si llega el día en que debas dejar de estar con esa otra persona, lo sabrás con una certeza absoluta. No permitas, mientras tanto, que te asalten las dudas y los miedos también en este terreno.
Mientras estés en pareja, haz de esa relación una "relación santa", lo que significa que la utilizas para sanar tu mente mediante el perdón.
Desde el punto de vista de tus dudas sobre tu relación, tu ego te está jugando las mismas malas pasadas que en todo lo demás... te hace pensar, soñar, depositar tus expectativas de felicidad en otra parte (otra persona, otro trabajo, otra casa, otro coche…), y si le sigues en ese afán de llevarte al terreno de la mentira (que es el único propósito del ego), estarás perpetuando tu infelicidad, tu insatisfacción y tu falta de paz.
Tienes la fortuna de tener una gran persona a tu lado... disfrútala, aprovéchate de ella, en el buen sentido de la palabra, sácale todo el jugo posible, porque sacándoselo a ella, te lo sacas a tí mismo. Y cuando te dé por pensar en tonterías, recuerda las cosas que más te gustan de tu pareja, aquéllas por las que un día decidiste caminar a su lado... esas cosas siguen estando ahí, aunque tú no puedas apreciarlas en este momento. Es tu hermano, un Santo Hijo de Dios, exactamente igual que tú. Es perfecto, y su perfección seguirá estando ahí aun cuando tú la niegues... no lo conviertas en nada que no sea digno de su grandeza.
En las relaciones de pareja, creo yo, la rutina es lo más destructivo, pero si a la rutina le añades un toque de amor, cada instante comienza a ser especial... cada instante te acerca más y más a tu verdadera identidad.
No hay términos medios
No pasa nada porque te muevas de un extremo al otro, no pasa nada por no tener términos medios. Lo único que debes recordar es que si no estás en el amor, debes estar en el miedo, y esto no admite términos medios: o estás en un lugar, o estás en el otro; o eres feliz, o no lo eres en absoluto... decide en qué extremo quieres estar... es así de simple (que no sencillo)... ¡DECÍDELO!
¿Qué es Un Curso de Milagros?
Un Curso de Milagros es un libro, un libro de autoestudio que se compone de tres partes o secciones: por un lado está el Texto (una exposición del sistema de pensamiento), por otro, el libro de Ejercicios (uno para cada día del año, un año completo), cuyo objetivo es entrenar tu mente, un cambio en tu percepción que posibilita la Visión de Cristo, esa visión amorosa de cuanto nos rodea; y, por último, el Manual para el Maestro (un repaso a las bases sobre las que se asientan los Maestros de Dios).
No precisas de un grupo de estudio para poder llevar a cabo satisfactoriamente las enseñanzas que el Curso sugiere, pero si lo prefieres, estará bien como evento social que es, y que podrás emplear (como cualquier otro evento), para tus lecciones de perdón.
El Curso completo, trabajado tal y como fue concebido, dura un año. Las lecciones deben seguirse exactamente en el mismo orden en que aparecen, y practicarse de la manera exacta que el libro propone. Cuando hayas finalizado el primer año, puedes volver a empezar, o no hacerlas más.
No obstante, el Curso es un comienzo, no un final. Cuando comprendas su mensaje, comprenderás que sus enseñanzas son aplicables (y deben ser aplicadas) a todos los sucesos de tu vida que requieran tu perdón, para que lo entiendas, todas aquellas situaciones en las que sientes una molestia, por pequeña que ésta sea.