CONTROLAR EL CUERPO, CONTROLAR EL PASADO
Del Libro de David Hoffmeister "Unwind Your Mind - Back to God" - Capítulo IV
Traducido al castellano por Juan Illan Gómez.
Hola David,
Hace un tiempo escribiste: "El control del peso, como cualquier intento de 'controlar' el guión o el cuerpo, es un intento de controlar el pasado". ¿Puedes ayudarme con esa frase? Me gustaría que explicaras más cómo controlar el peso es un intento de controlar el pasado. ¿En qué se parece controlar el cuerpo a controlar el pasado?
Amada,
En el Libro de ejercicios el Curso declara: "El guión ya está escrito". Al principio del Libro de ejercicios Jesús explica que la razón de que las seis primeras lecciones sean verdad es la lección 7: "Sólo veo el pasado". El guión del mundo –todo lo que se percibe con los cinco sentidos– es el pasado.
Todo lo que hay en el guión acabó hace mucho, la mente sólo lo está repasando, como si aún estuviera ocurriendo. Intentar controlar el peso del cuerpo es un ejemplo de intentar cambiar el pasado o controlar el guión. Sólo es posible controlar la dirección del pensamiento en la mente. La manera de pensar de la mente recta es una elección que se puede hacer cada vez con mayor consistencia, pero el guión está más allá de cualquier posibilidad de cambio o de control.
El guión es como la película dentro del proyector. Sólo parece que se representa, cuando de hecho todas la imágenes son pasado. La ilusión óptica del mundo parece ofrecer la capacidad de controlar las "cosas", ¡pero es imposible controlar lo que ya está terminado y acabado! El cuerpo es parte del pasado.
El tiempo es un truco, un juego de manos, una gigantesca ilusión en la que las figuras parecen ir y venir como por arte de magia. No obstante, tras las apariencias hay un plan que no cambia. El guión ya está escrito. El momento en el que ha de llegar la experiencia que pone fin a todas tus dudas ya se ha fijado. Pues la jornada sólo se puede ver desde el punto donde termina, desde donde la podemos ver en retrospectiva, imaginarnos que la emprendemos otra vez y repasar mentalmente lo ocurrido. Ej-158.4.
La mente puede cambiar de ideas sobre sí misma. Uno no tiene control sobre el mundo. El cuerpo y el mundo son lo mismo: son pasado.
El mundo que percibes es un mundo de separación. Quizá estés dispuesto a aceptar incluso la muerte con tal de negar a tu Padre. Sin embargo, Él no dispuso que fuese así, y, por lo tanto, no es así. Tu voluntad sigue siendo incapaz de oponerse a lo que la Suya dispone, y por eso no tienes ningún control sobre el mundo que fabricaste. No es éste un mundo que provenga de la voluntad, pues está regido por el deseo de ser diferente de Dios, y ese deseo no tiene nada que ver con la voluntad. El mundo que has fabricado es, por tanto, completamente caótico, y está regido por "leyes" arbitrarias que no tienen sentido ni significado alguno. Se compone de lo que tú no deseas, lo cual has proyectado desde tu mente porque tienes miedo de ello. Sin embargo, un mundo así sólo se puede encontrar en la mente de su hacedor, junto con su verdadera salvación. No creas que se encuentra fuera de ti, ya que únicamente reconociendo dónde se encuentra es como podrás tener control sobre él. Ciertamente tienes control sobre tu mente, ya que la mente es el mecanismo de decisión. T-12.III.9.