BESOTERAPIA: LA POTENCIA DE LA TERNURA
Publicado en revista Dietética y Salud - Nº 161
Dado que existen muy pocas maneras de sentir paz, emoción, placer y bienestar a la vez, no debemos renunciar a los besos por nada del mundo. Ahora numerosos estudios científicos evidencian sus innumerables beneficios.
“Por un beso…, yo no sé qué te diera por un beso”. Tampoco nosotros sabremos nunca qué hubiera dado Bécquer por un beso, pero sí sabemos lo que un beso puede significar para nosotros. Y es que algo pasa con los besos, que no podemos vivir sin ellos, y precisamente por eso, médicos, físicos, químicos, psicólogos, antropólogos, sexólogos y profesionales de muchas otras disciplinas han querido resolver algunos de los enigmas que se esconden detrás de este dulce impulso innato.
Aunque todavía falta mucho por descubrir, la mayoría de estudios coinciden en una misma idea: los besos son buenos para la salud física y emocional. Por eso, la mayoría de expertos remarcan la importancia de mantener el rito del beso y evitar que se pierda en lo más mínimo. Queremos darte razones para que practiques: más que besos, ¡besoterapia!
Un beso todo locura
Cada vez que besamos con deseo a una persona se estimulan en nuestro cerebro las regiones encargadas de liberar oxitocina, depamina y endorfinas, hormonas asociadas al placer, bienestar, relajación y enamoramiento. Si el beso es muy apasionado, nuestro cuerpo produce auténticas descargas de adrenalina y se ha demostrado que todo este cóctel de hormonas del placer es manifiestamente más poderoso que una dosis de morfina.
Así pues, un buen beso es capaz de bajar la intensidad de todo tipo de dolores físicos. Todavía hay más, al besarnos movemos 34 músculos de la cara, y, en consecuencia, quemamos entre 10 y 25 calorías por beso. Esta gimnasia facial nos reporta beneficios en dos sentidos: por un lado, nos ayuda a combatir la flacidez facial, por lo que los besucones pueden presumir de piel más tersa; y, además, al incrementar el riego sanguíneo, nuestra piel está más nutrida y tiene un aspecto más saludable.
Por su parte, los psicólogos siempre apuntan que este acto de pura ternura es un antídoto muy eficaz contra la depresión y un potente antiestresante.
Mejora las relaciones personales
Arthur Sazbo, psicólogo de la Universidad Wilfrid Laurier de Ontario (Canadá), ha realizado un estudio sobre el beso matutino en el que ha demostrado que los hombres que besan a sus mujeres por la mañana pierden menos días de trabajo por enfermedad, tienen menos accidentes de tráfico, sus sueldos son entre el 20 y el 30% más altos y viven casi cinco años más.
Está claro que un beso es una señal de confianza, intimidad compartida y una forma intangible de crear vínculos sin necesidad de pactarlos verbalmente. De hecho, un estudio científico reveló que los adultos que de pequeños habían sido besados por sus madres, criados en un entorno muy afectuoso, tenían mayores aptitudes sociales e inteligencia emocional.
Con los ojos cerrados
Un estudio de la Universidad de Princeton (EE.UU.) ha revelado un dato adorable: el cerebro humano tiene un mecanismo neuronal que permite que una persona pueda encontrar los labios de su pareja aunque sea a oscuras o con los ojos cerrados.