ABRIRSE AL AMOR DIVINO
Del Libro de David Hoffmeister "Unwind Your Mind - Back to God" - Capítulo VI
Traducido al castellano por Juan Illan Gómez.
Extender el Amor Divino siempre se siente como calidez en el corazón. Soltar la tentación de buscar fuera la "fuente del amor" y en lugar de eso extender el Amor que está dentro es la clave de la felicidad duradera. Porque el Amor es como un manantial que burbujea de manera inacabable; cuanto más lo extendemos más conscientes nos hacemos de que Lo tenemos y de que Lo somos. El Amor no hace distinciones ni discrimina, porque el Amor lo baña todo en su Luz bondadosa. Esto es lo que hace del Amor un regalo para todos.
El mundo se hizo como un sustituto del Amor Divino. El "amor" del mundo implica regateos, reciprocidad, control, afán de ser especial, y su característica nuclear es la posesividad. Mientras el Amor Divino resplandece y brilla sin limitaciones, condiciones, ni restricciones, el "amor" posesivo está lleno de reglas, límites, exigencias y expectativas. El Amor Divino es libre y se da libremente. El "amor" posesivo siempre está mirando a qué es lo que va a conseguir a cambio. El "amor" posesivo exige muchos compromisos a cambio de su "regalo". El Amor Divino nada sabe de compromisos ni apegos, porque fluye de manera tan poderosa, silenciosa, alegre y libre como un Gran Rio.
No podemos dirigir el Curso del Amor. Nos podemos rendir a la Corriente del Amor Divino y dejar que nos transporte hasta que felizmente nos demos cuenta de que la Presencia Yo Soy del Amor Divino es nuestro verdadero Ser en Dios. El Amor de Dios es Imperecedero, y así todo lo demás que parece ser se desvanecerá y desaparecerá con nuestro recordar la Luz Imperecedera del Amor Divino. ¡Gloria a Dios por crear el Amor Divino como Uno Solo!